Vivimos malos tiempos para la libertad, tiempos oscuros. En este mundo global las élites gobernantes no aceptan la disidencia, ni la discrepancia, ni las opiniones contrarias o diferentes a los discursos oficiales que nos tratan de imponer. Y esta situación, lejos de mejorar, va, paulatinamente, a peor.
Son muchos los ejemplos que podría citar para tratar de demostrar mi opinión, para no aburrir a lector mencionaré sólo unos pocos:
- En Reino Unido se están produciendo detenciones en masa de ciudadanos por el mero hecho de haber realizado memes o por participar en manifestaciones.
- En Irlanda se están tratando de prohibir los denominados “memes mezquinos” (¿Quién determina que es mezquino y qué no lo es?).
- La red social X .se marcha de Brasil ante el riesgo de sanciones millonarias por permitir publicar en dicha red mensajes de ciudadanos que cuestionaban la solidez del sistema electoral brasileño en el marco de los comicios de 2022.
- El Gobierno australiano se enfrenta con Elon Musk por negarse a impedir que se publiquen las imágenes del apuñalamiento de un obispo a manos de un musulmán.
- Los burócratas de la Unión Europea intentan chantajear y extorsionar a Elon Musk por no permitirles meter sus zarpas para controlar las publicaciones de esta red social y por la entrevista realizada al candidato, legítimo, a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, tildándolo de incitación al odio.
- En Venezuela, el dictador Maduro, que cuenta con el apoyo y asesoramiento del ex Presidente Zapatero, bloquea a los ciudadanos de su país el acceso a la red social X.
- Por último, en Francia, el país de la libertad, igualdad y fraternidad, el gobierno francés detiene al fundador de Telegram, Pavel Durov, por no permitirle meter sus sucias manos en la privacidad de esta red social amparándose en excusas baladíes.
En España el actual Gobierno sigue la misma peligrosísima deriva liberticida:
- Por una lado tenemos el proyecto mal llamado Ley sobre la libertad de los medios de comunicación que lo que pretende es justo lo contrario, cercenar la libertad y autonomía de dichos medios. Como si no fuera suficiente el control que ejercen a través de las subvenciones pagadas con dinero público a medios afines a través de esa farsa llamada eufemísticamente “publicidad institucional” cuando no directamente.
- Por otro lado tenemos la persecución, coacciones, amenazas, boicots y sabotajes contra determinados canales de You Tube e informadores y opinadores libres e independientes que ya se está produciendo en nuestro país contra aquellos disidentes de lo políticamente correcto y de la neo verdad que tratan de imponernos.
Y es que nos gobiernan mafiosos, los partidos políticos se están convirtiendo en organizaciones criminales cuyo único objetivo es la consecución del poder y el mantenimiento, cueste lo que cueste, en el mismo, tanto a nivel estatal como supranacional.
Pero a pesar del desolador clima que se cierne para la libertad aún hay esperanza, cada vez más ciudadanos están despertando de su letargo, están empezando a cuestionarse la calidad de nuestra mal llamada democracia y también están entrando en escenas líderes políticos disruptivos que van contra el status quo, y que, cuando menos, nos están mostrando y demostrando que hay otras maneras de gobernar y que nos debemos cuestionar prácticamente todo. Líderes de opinión a los que se trata de ridiculizar, criminalizar, enfangar y, si lo anterior no funciona, asesinar civilmente, o incluso físicamente, al ejemplo de Donald Trump me remito.