viernes. 29.03.2024

'Investidura y Circo'

Artículo de Opinión de Pascual Fernández Espín

'Investidura y Circo'

 Artículo de Opinión de Pascual Fernández Espín 

Se le atribute a la Ley de Murphy el aforismo erosivo y desalentador sobre una situación que siendo tan negra como Kunta Kinte, todavía puede ennegrecerse más. Decía textualmente el tal Murphy: “si algo puede salir mal, seguro que sale mal.” Para que nos entendamos, más o menos como las tostadas cuando se nos caen de las manos, mira que hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que caiga como tiene que caer, pues no señor, siempre caen con la mantequilla hacia el suelo. Pues en política pasa lo mismo, o peor...

Y el caso es que deberíamos estar vacunados contra la impostura y los recovecos políticos, pero no, no lo estamos, aunque algunos, quizá por las cicatrices de la vida, el peso de los años o los sopapos en cara propia, ya lo advertíamos cuando logramos superar, sin anestesia ni vaselina, el anterior proceso de las elecciones municipales y autonómicas. Aquel proceso de dimes y diretes, pactos pactitos y pactetes, que tras ciento de mercadeos a un lado y otro, por fin llegó a materializarse. Sobre todo para ocupar las poltronas corporativas correspondientes. “Esta para ti, este para mí, que ya se irán enterando los contribuyentes lo que cuesta un peine”.

Y por lo que se ha visto en muchos municipios, (obviamente, en todos no) a tenor de las primeras medidas tomadas nada más coger la vara de mando, ese ha sido el mensaje lanzado a los cuatro vientos; que no enteraríamos, pero sobre todo que se enterarían nuestros bolsillos. Poco importa que la deuda municipal sea así mismo, y me abro de brazos, como es el caso de Jerez, una de las mayores deudas de España en proporción a sus habitantes. Una población cuyas arcas municipales tienen tal cantidad de telarañas que hay veces que sus funcionarios cobran con tres y cuatro meses de retraso por falta de efectivo. Y no digamos el retraso con el que cobran los proveedores.

Sin embargo una de las primeras medidas municipales jerezanas ha sido subirse el sueldo la alcaldesa y el resto de corporación. Pero, ojo, nadie levante las “patas” hacia arriba, o se le altere un solo pelo de la calva, porque en esto de subirse el sueldo, como en cualquier taifa del siglo XI, que hacían de su reino un círculo cerrado e independiente, hay alcaldes, corporaciones incluidas, de todos los gustos políticos que se han subido el sueldo a cifras de escándalo.

Para no aburrir a los lectores, solo un par de apuntes como ejemplo. La alcaldesa de la Coruña se ha subido el sueldo un 70%; el de Huesca, el 42,9%; el de Sevilla, 33%; el de Málaga, 27%. Y así, más o menos en muchos ayuntamientos. Como todos ustedes observarán, igual, igual que la subida que han experimentado los sueldos y pensiones en el año 2019. Que por si alguien no ha caído en la cuenta, este trocito social también vota.

Para que luego digan ciertos personajillos pusilánimes y retóricos, enchufados en la teta del poder, que lo peor de la crítica socio-política que se escucha en la calle o tertulias en los medios de comunicación, es su carencia intelectual, ya que una vez que se asienta un tópico entre el pueblo es muy difícil sustituirlo por una visión más profunda y positiva.

El político en cuestión, unas veces a la izquierda del proceso y otras a la derecha, pero siempre en la pomada del poder, se refería a la mala imagen que tiene la clase política entre el pueblo llano. ¡Chaaacho! Que dirían en Murcia, vea usted las encuestas sobre la preocupación de los ciudadanos, verá como los políticos casi siempre ocupan el pódium de lo peor.

Ya digo, si no tuvimos bastante mercadeo de voto y voluntades con los ayuntamientos y comunidades, ahora, más de lo mismo, el sacro parlamento nacional convertido de nuevo en un teatro de vanidades y egos para la elección del presidente, que a su vez forme el gobierno que ponga a funcional la maquinaria estatal. Que ya va haciendo falta. La maquinaria de cobrar a final de mes los parlamentarios no hace falta que se ponga en marcha, se puso a funcionar al día siguiente de las elecciones, por tanto… ¡venga día y venga ollas! Qué más da que haya gobierno este mes, el que viene o para la Mañana de Pascua. A final de mes, y que no falle ni uno, la pasta gansa por delante.

Pero a lo que íbamos, ya de lleno en la Investidura, con sus minutos y resultado ipso facto, ustedes mismos habrán visto escenas inauditas. Escenas de todo tipo, oiga. Escenas de pena, escenas de embustes, de patetismo, de histerismo, escenas de plan A o plan B con apellido de “bandas” incluido. Escenas donde algunos, puestos de perfil, eso sí, con cierta sonrisilla de sorna en el careto, que son las que más fastidian, exclamaba: «¡Y a mí que me cuentas usted, acuérdese de su medicina y recochineo con el señor de Galicia, cuando su ¡no es no!» Pero es curioso, a todo eso, entre el trasiego de, «te cambio cromos de Mortadelo y Filemón por tres ministerios y una vicepresidencia», salió a la palestra que uno de los Ministerio ofrecidos como moneda de cambio, el de Agricultura, Pesca y Alimentación, Podemos llegó a calificarlo poco menos que de “perufa,” o sea, de segunda categoría. Ojito a este ofrecimiento y su catalogación, señores diputados murcianos de todos los colores políticos, porque, por ejemplo, para la Comunidad Murciana, como ustedes sabrán, supongo, para el sector agroalimentario supone un 21´4% del PIB regional, y un 28% de los empleos murcianos; además de ser Murcia la segunda comunidad que más exporta frutas y verduras al mercado extranjero; o lo que es lo mismo, responsable de un 20% de las exportaciones nacionales agrarias. Luego, para España en general y Murcia en particular, el agua y el Ministerio  implicado es vital para su economía y desarrollo como para estar en el anfiteatro de las negociaciones. Allá arriba, en las butacas baratas.

Quizá los más interesados en que el señor Sánchez saliese Presidente de la Nación han sido los nacionalistas y separatistas habituales. Ya saben, catalanes y vascos; obviamente, también el brazo político de ETA, Bildu, estaba en la salsa por lo mismo. Ellos sabrán el por qué. ¡Puñeta!, es que en este segundo intento de investidura del señor Sánchez, al estadista señor Rufián, no sé si por los efectos de la canícula de los últimos tiempos u otros aditivos emocionales, queriendo ser Winston Churchill se quedó en plañidera, hipando y suplicando al señor Iglesias y al señor Sánchez un beso. Un beso, por Dios. Un beso a tornillo de los que suele dar a los maromos de su cuerda Pablo Iglesias, pero que por la República Catalana y su España nos roba, se pusieran de acuerdo para gobernar y para saber qué hay de lo suyo…y de paso, para saber qué hay del indulto a los de Soto del Real…

Pero ¡por todos los santos ateos del mundo!, que se pusieran de acuerdo por lo más importante de todo…Cuantificar en millones la pasta que les toca como consecuencia de las negociaciones. Que todo hay que decirlo, porque para consumar el teatrillo de los lazos amarillos, las embajadas, la mansión de Puigdemont en Waterloo, las chorradas del muy honorable señor Torras. O sea, la independencia catalana en sí misma, en los tiempos que corren, donde todo está por las nubes, el rollete este de la independencia cuesta un ojo de la cara. Ante lo cual, en tanto siga colando aquello de irse de España con un portazo, a cambio de hacer ojitos y cucamonas al señor Sánchez y al señor Iglesias en el parlamento nacional, el señor Rufian, que es un pillín, en realidad lo que parecía querer decirles es que le adelantasen unos cuanto miles de milloncejos para ir tirando. Que la vida del independentismo no está nada valorada, pero es muy, pero que muy cara.

Supongo que por las fechas que son, los efectos de la canícula y el agotamiento laboral de sus señorías tras las duras jornadas de la Investidura, diputados y senadores nacionales necesitaran una buena temporada de playa o sierra para aliviar su agotamiento. Tres meses sin dar un palo al agua es sumamente agotador. Pues nada, su señorías perdonen, pero personalmente les deseo para sus vacaciones, suerte, relax y descanso. Recarguen las pilas, que falta les va a hacer allá por septiembre.

'Investidura y Circo'