Los Golden State Warriors ganan su cuarto anillo y Stephen Curry es nombrado mejor jugador de la final con una exhibición para la historia. Los Warriors se impusieron de nuevo en el Garden a los Boston Celtics (90-103) y con cuatro partidos ganados por dos de los Celtics se llevaron el cuarto título en ocho años, tras disputar seis finales. Curry se mostró visiblemente emocionado al final del partido y no pudo impedir las lágrimas.