viernes. 26.04.2024
Foto de @RealBetis
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Una montaña rusa llamada Real Betis

Finalizada la primera vuelta, es hora de hacer balance de como han ido las primeras 19 jornadas en el barrio de Heliópolis

La segunda temporada del proyecto de Quique Setién en el Real Betis había causado una gran expectación a los aficionados del fútbol en general y demasiada ilusión en los seguidores béticos. La temporada estaba apunto de comenzar y una de las plantillas más completas de la historia bética estaba a punto de desvanecerse en el primer partido de La Liga. El Real Betis cayó por un contundente 0-3 en su propio estadio, ante su gente, ante el Levante. Un jarro de agua fría heló el Villamarín y así dio comienzo una extraña primera vuelta para el Betis.

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En la primera jornada el equipo del entrenador cántabro cayó a la última posición debido a la goleada del 'Comandante' Morales en el Villamarín. La atención de los béticos se centró entonces en una única fecha, el 2 de septiembre, el derbi. Un Betis-Sevilla en el momento perfecto les llegaba a los de Setién en la tercera jornada de La Liga.

El derbi se podría titular como 'El derbi de Joaquín'. Su antológico gol en el tramo final del partido será uno de esos tantos que se cuenten de generación en generación. El gol soñado por todo bético lo metió Joaquín, mientras que  Quique Setién se destapó como el ganador del duelo técnico ante Pablo Machín, otro artista de los banquillos.

Tras el derbi, la plantilla se armó de la confianza que necesitaba. Una plantilla llena de grandes jugadores, de las que hacía muchos años que no se veían en el Benito Villamarín. Las grandes actuaciones de Loren, Junior, Joaquín, Bartra y sobretodo un inspirado Canales, hicieron que el Betis puntuase en cinco partidos consecutivos aupando al Betis a una cómoda 5ª posición tras las siete primeras jornadas.

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La mala racha no tardaría en llegar, con ella las malas sensaciones y las acusaciones a un estilo que daba más fútbol que goles. Derrota en el Metropolitano por 1-0, derrota ante el Valladolid en casa 0-1 y para cerrar la racha un doloroso 2-0 a domicilio en Getafe.

El principal damnificado de esta espiral de malos resultados fue Quique Setién. La prensa y los aficionados lo acusaban de la mala forma del equipo y de la notable falta de puntería de la delantera bética. Cinco goles en 10 jornadas ligueras, por los ocho recibidos, eran una mala carta de presentación para un equipo con aspiraciones europeas.

El empate a tres frente al Celta, menguó un poco las aguas en el Villamarín, pero la prueba de fuego llegaría a la semana siguiente, cuando el Betis tendría que viajar al Camp Nou. Sin embargo, el Betis logró en Barcelona lo que no lograba hacía 20 años, una victoria al FC Barcelona en su estadio.

Un 3-4 antológico donde los de Quique Setién bailaron al equipo de Valverde en un recital del equipo verdiblanco que terminó por cerrar las dudas en la afición. Mientras el Betis recibía los elogios de toda Europa por lo hecho en el Camp Nou, volvería a ver la oscuridad con una decepcionante derrota frente al Villarreal en la jornada siguiente.

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La montaña rusa del Betis no tenía límites, pero los grandes resultados estaban apunto de llegar. De la mano de un magnífico Lo Celso, que se comenzó a destapar como el mejor jugador del equipo, el Betis logró revertir su irregular situación con tres victorias consecutivas ante Real Sociedad, Rayo y Espanyol. Estos triunfos, sumados a la clasificación para dieciseisavos de Europa League hicieron de diciembre un mes magnífico para los de Setién.

Para cerrar la primera vuelta el Betis volvió a descender a los infiernos, logrando tan solo un punto de nueve posibles. El empate frente al Eibar en casa solo fue el preludio de lo que estaba por llegar. La derrota más dolorosa de la temporada, frente al colista, un Huesca que no había conocido la victoria como local en Primera División en toda su historia hasta que llegaron los de Setién.

Aún así, el Betis tenía la oportunidad de cerrar la primera vuelta con una victoria frente al Real Madrid ante su público. Los de Solari llegaron al Villamarín plagados de bajas, con un XI cargado de juventud y un Isco en el más absoluto obstracismo. Una oportunidad perfecta que sin embargo se convirtió en una auténtica pesadilla.

Con 1-1 en el marcador, el ex-bético, Dani Ceballos 'clavó' una falta desde la frontal para darle la victoria al Real Madrid y dejar mudo al Benito Villamarín. El silencio se hizo en el estadio, al igual que cuando el Levante sentenció el primer partido de la temporada, esa misma sensación se apoderó de todo un estadio que nunca sabe que Betis se va a encontrar, si al del Camp Nou o al del Alcoraz, una situación que pretenderá revertir Quique Setién durante las 19 jornadas que aún le quedan por delante.

Echando la vista atrás

El 15 de enero de 2018, el Betis cerraba una buena primera vuelta con una victoria ante el Leganés por 3-2. Los de Setién por aquel entonces ocupaban una privilegiada 8ª posición, frente a la 7ª posición de esta temporada, con 27 puntos -uno más que este año-.

La mayor diferencia se encuentra en los goles anotados, es aquí donde se denota el principal problema de los de Setién. Los 33 goles del pasado curso, frente a los 22 de este año. 11 goles de diferencia que podrían haberle dado muchos puntos a un Real Betis que afrontará todos los partidos de la segunda vuelta como si fuesen finales, siempre y cuando quieran aspirar a Europa.

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