viernes. 19.04.2024

Precaución también en Chipiona ante la aparición de carabelas portuguesas

Protección Civil alerta a los bañistas de que avisen inmediatamente si localizan más de este peligroso tipo de medusa

La Protección Civil de Chipiona se ha visto obligada ha izar la bandera amarilla y de Medusa, tras localizar en la Playa de las Tres Piedras un ejemplar de la carabela portuguesa.

Con esta carabela es la segunda que aparece en costas gaditanas en lo que va de día y las autoridades aconsejan avisar inmediatamente a los Servicios Operativos de Playas o llame al 112, por el peligro que presentan las picaduras de este tipo de medusas.

En el ser humano, el veneno de la carabela portuguesa tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas, produciendo un dolor muy intenso, e incluso la muerte en personas mayores y niños, siendo peligroso tener contacto con las mismas.

Ejemplo de picadura de carabela portuguesa en la espalda del reportero Jano Mecha

La carabela portuguesa es un carnívoro. Con unos tentáculos venenosos, atrapa y paraliza a su presa. Por lo general, captura pequeños organismos acuáticos como peces y plancton.

Está formada por una vela gelatinosa de entre 15 y 30 cm​ que le permite recorrer los océanos impulsada por los vientos, las mareas y las corrientes marinas, mientras que del cuerpo central cuelgan numerosos tentáculos que le sirven para atrapar a sus presas y que extendidos puede llegar a medir hasta 50 metros, aunque normalmente tienen una extensión de unos 10 metros.

Estos tentáculos están provistos de cápsulas urticantes denominadas cnidocitos que pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente al ser humano. Estas cápsulas liberan un filamento hueco espiralado de un único uso llamado nematocisto, que puede ser de distintos tipos: simples ventosas, prolongaciones largas de los tentáculos que se enrollan alrededor de la presa, y púas o espinas que pueden inyectar una toxina proteica que paraliza a la presa.

Los tentáculos tienen por objeto envolver a las presas e introducirlas en la boca hasta la cavidad gastrovascular, donde comienza la digestión.

Precaución también en Chipiona ante la aparición de carabelas portuguesas