jueves. 28.03.2024

Granadilla, la lince que pare a sus crías en un pajar

El confinamiento del Covid-19 favorece que las hembras elijan para los partos espacios más cercanos a la población humana, como pajares y naves de aperos

Los linces paren en cubiles, cavidades, tuecas y montones de piedras. En ocasiones lo pueden hacer también en estructuras construidas por humanos, algo poco habitual. El periodo de confinamiento provocado por la crisis sanitaria del Covid-19 ha permitido a los técnicos de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible detectar un aumento de estos últimos casos, que pueden considerarse excepcionales, aunque también se pueden producir en circunstancias normales.

De hecho, una curiosidad extra en el uso de estas estructuras humanizadas, como pueden ser los cubiles, es el hecho de que son visitados con asiduidad por ganaderos o propietarios de las fincas en las que se ubican para realizar sus labores de trabajo ordinarias.

Granadilla es una de las hembras fundadoras del área de reintroducción de Guarrizas (Jaén). Nació en la primavera de 2010 en el Centro de Cría del Lince Ibérico 'La Olivilla' y fue liberada junto a su hermana Grazalema en los cercados de presuelta de este área. Fueron los primeros linces procedentes del programa de cría en cautividad que se liberaron en el medio natural. Granadilla, tras su liberación del cercado de aclimatación en febrero de 2011, se estableció con Granizo (un individuo procedente de la sub-población de Andújar-Cardeña que se reintrodujo junto con ellas en el cercado), reproduciéndose por primera vez en 2012.

Hasta ahora, los técnicos han constatado su reproducción todas las anualidades, salvo en 2014. Para los primeros partos eligió cuevas naturales existentes en el área. Durante varios años los técnicos pudieron constatar el uso de éstas como cubil, sobre todo en los primeros meses de vida de los cachorros, hasta utilizar un área cercana al cercado de presuelta que mantiene agua durante el verano.

Este patrón lo ha mantenido hasta que se ha ido compactando la "core área" de esta población, lo cual ha provocado una disminución de la superficie de su territorio, cediéndole el primer cubil a una de sus hijas, Nimbo, que es la hembra territorial que ahora regenta el área donde está ubicado este.

En las dos últimas anualidades, Granadilla ha usado por primera vez estructuras humanizadas para criar. El año pasado, su parto coincidió con lluvias intensas, lo cual hizo que cambiara a sus cachorros, con aproximadamente una semana de edad, a una nave de aperos donde el ganadero que tiene arrendado los pastos guarda la paja para el ganado. Tras varios días en él y, una vez que las lluvias finalizaron, los cambió a un nuevo cubil en un área de vegetación cerrada a unos 300 metros de éste. No se ha confirmado si existe alguna cavidad en su interior o utiliza algún lentisco u otra estructura vegetal para mantener a los cachorros en su interior.

Un pajar y un antiguo jaulón

Este año, probablemente debido a la sensación de seguridad y a las condiciones de temperatura y tranquilidad de la nave, ha decidido parir de nuevo en el pajar, donde ha mantenido a los cachorros hasta que contaban aproximadamente con un mes y medio de edad, momento en el que los ha cambiado nuevamente al área de vegetación cerrada del pasado año.

Este año, además, se han constatado dos nuevos casos de hembras que han utilizado por primera vez cubiles en estructuras humanizadas. Koshka, otra hembra reintroducida, ha criado en otro pajar y una hembra desconocida ha utilizado un antiguo jaulón donde almacenaban restos de mallas en un cortijo cerca de Vilches. Koshka ha construido un cubil de al menos un metro de profundidad y con una inclinación de 45 grados en una de las alpacas de paja almacenada y ha mantenido a los cachorros allí hasta que contaban con al menos seis semanas. La hembra que utilizó el jaulón mantuvo los cachorros durante aproximadamente cuatro o cinco días para después cambiarlos a una ubicación desconocida.

En el caso del cubil de Granadilla, el ganadero entraba a la nave a diario para recoger las alpacas con un pequeño torillo. En el caso de la hembra que ha criado en el jaulón, el propietario del cortijo estaba en la parcela haciendo leña a diario.

Granadilla, la lince que pare a sus crías en un pajar