jueves. 25.04.2024
Hachís / Imagen de Archivo
Hachís / Imagen de Archivo

Otro duro golpe contra el narcotráfico en la provincia de Cádiz al desmantelar un clan familiar formado por 7 personas, entre ellas 4 mujeres y 3 hombres. Esta banda criminal será juzgada por tráfico de drogas, al dedicarse a la  venta y distribución de hachís a un gran número de vendedores de esta sustancia, la mayoría asentados en la capital de Cádiz.

Los encargados en desarticular esta red de narcotráfico han sido los agentes de la Policía Nacional, quienes descubrieron hace varios meses que varios vendedores al por menor, se desplazaban hasta el barrio de Puntales para adquirir los diferentes lotes de hachís. 

Clan familiar

En dicho barrio es donde se encontraba afincado el cabecilla del clan, un hombre de 35 años, que dieron con él y con su identidad, gracias a las investigaciones y vigilancias de la Policía Nacional. 

Los agentes encontraron que la entrega de la droga se realizaba en el domicilio del cabecilla del clan familiar, cuyo alias es "Tuly", y también en el domicilio de otro familiar. En estos inmuebles permanecían escasas horas o minutos, y solo guardaban el hachís que iban a vender cada día, nunca en grandes cantidades.

Una de las mujeres investigadas era lo que se conoce como "la mula", encargada de llevar los pedidos de hachís hasta el domicilio de entrega de una forma muy discreta e intentando pasar inadvertida. La mujer llevaba la mercancía en un bolso o una mochila, para no levantar sospechas.

Asimismo, otra de las mujeres implicadas en este clan, se encargaba de guardar las drogas en su propia casa, metidas en una caja sellada con varios candados.  

Investigación

El día 10 de junio, tras obtener la aprobación de entrada y registros de la propiedad, emitido por el Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz, se llevó a cabo la "Operación Parrilla". En total se realizaron cuatro registros, de los cuales dos de los domicilios ubicados en la calle Alcalde Blázquez y otros dos en la barriada de Puntales, concretamente en las calles Carraca y Eloisa Malcampo Ofarrell.

Durante esta intervención, no solo se han detenido a siete personas sospechosas de tráfico de drogas, sino que también han incautado 56 kilogramos de marihuana, 10.300 euros en efectivo, dos coches utilizados por la organización y diversos objetos de valor.

Las investigaciones realizadas permitieron descubrir que, además de la zona de ventas, también almacenaban más de 50 kilos de hachís. Estos viveros son uno de los principales objetivos de investigación de los grupos narcotraficantes porque son difíciles de encontrar, no solo pueden evitar la acción policial, sino también prevenir robos por parte de otras organizaciones criminales.

Guarderías para almacenar las drogas

Habitualmente, estos espacios dedicados al almacenaje de sustancias estupefacientes, no se encuentran en barrios pequeños como el de Puntales. Esto se debe a que todos los vecinos se conocen y  es difícil ocultar este tipo de movimientos de personas y mercancías.

Esta guardería de hachís se encontraba en un domicilio de la calle Carraca, en una finca grande, con multitud de vecinos cuyas casas dan a un patio interior que hay que atravesar para acceder a las viviendas.

Por último, una vez finalizado el atestado policial, los detenidos fueron puestos a disposición judicial, decretándose ingreso en prisión para tres de los detenidos y libertad con cargos para el resto de los encartados.

Cae un importante clan familiar dedicado a la distribución de hachís en Cádiz