La cena de Nochebuena siempre supone un quebradero de cabeza a la hora de hacer todo lo posible por acertar con el menú. Para facilitar esta elección, Málaga cuenta con una gastronomía típica muy variada que te dará la opción de organizar una cena tradicional, con un sabor malagueño que no dejará indiferentes a tus invitados.
Las posibilidades son muy diversas y hasta los paladares más exquisitos acabarán satisfechos la noche del 24 de diciembre. Málaga estará presente en las cenas de Nochebuena de principio a fin, pues tiene platos para confeccionar los entrantes, primeros platos, segundos platos e incluso para deleitar con los postres.
Entrantes
Para ir abriendo el apetito, la gastronomía malagueña ofrece varias opciones para servir como aperitivo. El típico ajoblanco, para quienes echen de menos el verano en Málaga, podría abrir la cena. Trata de una sopa fría a base de almendras molidas, pan, ajo y aceite. Sin embargo, también hay recetas para hacer un ajoblanco de invierno, servido tibio y con un embutido caliente.
Otra opción es ofrecer a tus invitados un combinado. Sobre la mesa, unas berenjenas fritas con miel de caña, muy típico en la provincia, acompañadas de una ensalada malagueña, elaborada principalmente con patata cocida, bacalao, naranja y aceitunas, y una selección de embutidos de la zona. En este último plato se destacaría el salchichón de Málaga, sin duda uno de los productos autóctonos más ricos.
Plato principal
Llega el momento central de la cena y las dudas siempre son las mismas: ¿carne o pescado? En algunas casas, esta pregunta puede no tener respuesta ante la falta de unanimidad entre los invitados, pero la gastronomía malagueña te resolverá el problema.
Para los amantes de la carne, Ronda llevará a la mesa un plato muy completo. El rato de toro a la rondeña es famoso en Málaga y en toda España. Este se sirve con su salsa a base de vino tinto, apio y zanahorias cocidas en la misma salsa.
Asimismo, esto se podrá acompañar con otro plato típico de la misma zona. La menestra a la rondeña tiene como ingredientes principales las habas, las alcachofas y los guisantes, servidos con morcilla, es una opción muy escogida en invierno.
Los que prefieran el pescado también encontrarán su plato en, por ejemplo, un calamar de piedra procedente de la Caleta de Vélez, elaborado a la plancha, bien condimentado, y acompañado de unas verduras salteadas.
Postres
Se acerca el final de la cena, cuando el estómago ya solo admite opciones dulces, y para esta parte de la noche ya se puede ir sirviendo un vino dulce típico de Málaga, como el moscatel de Alejandría.
En los postres, las opciones se multiplican y la elección se hace aún más difícil. Se podría optar por algo sencillo, como sacar una bandeja con un surtido de mantecados de Antequera, o bien unos bienmesabe, un dulce típico de la misma zona compuesto de almendras, huevos, almíbar, bizcochos, azúcar y canela.
Ideal para la Navidad serían los borrachuelos, elaborados con una masa en la que tiene presencia el vino. Otras posibilidades son la torta malagueña, un bizcocho ligero con pasas, almendras y un baño de vino moscatel, cubierto de una capa fina de mermelada de albaricoque; la torta de algarrobo, que es una torta de aceite típica de la Axarquía con toques árabes; yemas del Tajo de Ronda; o algo que nunca falla: los tradicionales pestiños y roscos de vino de Málaga.
