Las zambombas es una de las celebraciones más conocidas de Jerez por su larga tradición y porque se trata de una fiesta para celebrar acompañados en una fecha tan emotiva como es la Navidad. Con una música tradicional, como son los villancicos, acompañada de instrumentos de madera hacen que esta celebración sea de las más esperadas tanto por los jerezanos como por los turistas.
Todo el mundo conoce esta fiesta y espera con ansia a que su alegría inunden las calles de la ciudad durante la navidad, pero ¿de dónde viene su origen? Al parecer su origen se podría remontar a finales del siglo XVII, cuando Jerez eran murallas y extramuros.
Fuera de las murallas de la ciudad se encontraban las comunidades más adineradas, que se asentaron fuera de la ciudad y alrededor de las enormes iglesias, actuando como si fuese el centro de estas ciudades. Esto es lo que conocemos como los arrabales. Precisamente, a las afueras de estos se crearon casas con una misma estructura que tenían un patio central que compartían con todos los vecinos.
Una reunión de vecinos
Según cuenta la historia, los vecinos con la llegada del frío se reunían en el patio y hacían una candela para calentarse. Cada uno ponía lo que tuviera para compartir con sus vecinos, ya fuera comida caliente o bebida como el anís o el vino. Así pasaban las horas frente al calor de la candela mientras cantaban canciones populares coincidiendo con la llegada de la Nochebuena.
Los instrumentos que había en aquella época eran panderetas y zambombas, que se trataba de madera cubierta de piel. Unos instrumentos tradicionales y sencillos, que aportaban lo necesario para crear una velada musical de lo más agradable y que perduraría durante tantos siglos.
Así comenzó la que sería la primera zambomba de Jerez, y que derivaría en la fiesta que se celebra hoy en día durante la navidad. Aunque esta celebración se ha trasladado a la calle, en lugar de permanecer en los patios de vecinos, sigue manteniendo su esencia.
