El CEO del Barça describía no hace mucho la situación del club de una forma clara. Ferran Reverter decía hace solo unas semanas que si el club hubiera sido una sociedad anónima su situación económica habría sido motivo suficiente de disolución en el primer trimestre del año. Así de simple y así de dramático.
A esa nefasta situación económica se han sumado en los últimos meses otras noticias que no han hecho más que echar sal en la herida, como la marcha de Messi o el papel más que discreto del primer equipo de fútbol. El Barça no ha logrado pasar de la fase de grupos en la Champions y en la Liga, cerca ya del final de la primera vuelta, está lejos de los puestos de cabeza. Si te interesa, aquí podrás ver muchísimas estadísticas de fútbol.
Un club en la cuerda floja
Ya en abril el club estaba en quiebra contable, con dificultades para pagar nóminas, un patrimonio neto negativo de 451 millones de euros y deudas y compromisos futuros por un valor de nada menos que 1.350 millones de euros. Y es solo una pequeña radiografía de la situación en la que se encontraba.
Cerrado el ejercicio 2020/21 y aprobado el presupuesto del de la temporada 2021/22, las cuentas no dejan lugar a dudas, el club atraviesa la peor crisis financiera de su historia. Para hacerse una idea, se cerraban las cuentas del pasado ejercicio con unas pérdidas de 481 millones de euros después de impuestos.
Un ejercicio en el que se registraban ingresos por valor de 631 millones de euros, muy por debajo de los 828 previstos inicialmente en el presupuesto. Al contrario, los gastos de explotación se disparaban hasta casi alcanzar el 20 %, es decir, se superaban con creces los 955 millones de euros de la temporada anterior hasta situarse en 1.1136 millones, una cifra nunca antes alcanzada.
Con estas cuentas, que ponían al club en la cuerda floja, no quedaba más remedio que diseñar y aprobar un ambicioso plan de viabilidad que finalmente sacaba adelante el máximo órgano de decisión del Barça. Un plan con dos ejes: por un lado, rebajar los gastos de explotación a 784 millones y, por otro, un aumento de ingresos hasta alcanzar los 765 millones.
Conseguirlo no parece fácil. Ese incremento en la recaudación se basa fundamentalmente en la reapertura de las instalaciones del club y en la vuelta de público a los estadios. Sin embargo, la evolución de la pandemia puede marcar de nuevo un punto de inflexión, a lo que habría que sumar los malos resultados deportivos del equipo de fútbol.
En lo que se refiere a los gastos de explotación, la clave estaría en la rebaja de la masa salarial deportiva, en otras palabras, la salida de jugadores con fichas elevadas. Si ese plan de viabilidad se cumpliera tal y como está previsto, el resultado de las cuentas después de impuestos sería modesto, pero positivo: 5 millones de euros.
Herencia de la anterior directiva
Aunque complicada situación financiera del Barça se ha ido fraguando poco a poco, la actual directiva no ha dudado en poner en el punto de mira a la anterior, presidida por Josep María Bartomeu. Se la acusa de absoluta falta de control y falta de información, lo que complicaba, y mucho, la realización de una auditoría para determinar la situación económica real del club.
Esa auditoría detectaba, entre otras actuaciones, el fraccionamiento de la deuda por un valor inferior al 10 % para evitar pasar por la asamblea o pagos desorbitados a intermediarios. A ello habría que sumar las obras del Camp Nou y operaciones como la venta de Neymar o algunos de los fichajes más caros de la historia del club.
De hecho, en la era Bartomeu se llegó a fichar jugadores cuando ya no había liquidez para ello. Es el caso de Griezmann, para lo que se solicitó un préstamo de 85 millones de euros. Dando un paso más allá y hablando en términos generales, en el periodo 2016 - 2020 el Barça fue uno de los equipos europeos con un gasto más elevado.
El resultado de esa gestión no es otro que el de un club en una situación mucho más que delicada en el aspecto económico. Y todo ello sin olvidar que las cuentas no dejan de reflejarse también en el terreno deportivo.
El club se encuentra ahora en uno de los momentos más delicados en sus más de 120 años de exitosa historia. No se trata solo de sanear cuentas, sino de recuperar prestigio perdido y, sobre todo, de cambiar formas de actuar. La actual directiva se ha planteado no solo ese ambicioso plan de saneamiento económico, también trabajar por elevar el prestigio de la marca y potenciar la cantera, otra de las críticas hacia el anterior equipo deportivo.
