Las últimas semanas de la temporada han sido tan complicadas para el Málaga Club de Fútbol y, sobre todo, para su afición, que incluso se podría decir que la mejor noticia que ha llegado a la Costa del Sol es que este fin de semana ha supuesto el fin de la campaña 2021/2022.
Adiós a meses de sufrimiento. Durante el transcurso de la temporada, la situación en la que se encontraba el Málaga ha ido cambiando constantemente. Al principio, el objetivo estaba claro: todos los esfuerzos estaban puestos en luchas por el ascenso y las opciones eran reales.
La 'maldición del visitante'
Los obstáculos empezaron a aparecer de manera bastante temprana. La primera jornada que hizo que los blanquiazules se alejaran del Estadio La Rosaleda acabó en derrota y, aunque aún nadie podía imaginárselo, esa pérdida de los tres puntos iba a dar comienzo a una situación que resultaría muy compleja de resolver.
A partir de ahí, el Málaga empezó a vivir toda una 'maldición del visitante' que le impediría ganar cualquier partido que jugara fuera de casa. Esto dio lugar a una auténtica desesperación que parecía no tener fin hasta que, en la jornada 22, el equipo logró su primera victoria como visitante.
Después de 275 días, el conjunto malaguista enterró la maldición en el Estadio Municipal de Santo Domingo. Un gol de Paulino ante el Alcorcón puso un 0-1 en el marcador, un resultado que ya no se movería hasta la conclusión de los 90 minutos.
Nueva misión: evitar el descenso
Aunque la situación como locales comenzó siendo bastante idílica y, al principio, parecía ser suficiente para mantener el objetivo inicial, todo empezó a torcerse con el comienzo de la segunda vuelta. A la mala racha fuera de casa empezaron a sumarse los malos resultados en La Rosaleda y la lucha por el ascenso ya se veía cada vez más lejana.
Los siguientes meses tan solo dejaron peores noticias. El club, estancado judicialmente con el asunto Al-Thani, la lista de lesionados cada día era más amplia y el rendimiento de los jugadores disponibles comenzó a empeorar. Un cúmulo de circunstancias hicieron que el Málaga tuviera que marcarse una nueva misión: no caer en los puestos de descenso.
La afición malaguista, la mejor de Segunda
Las cosas habían cambiado tanto que incluso la salvación parecía algo muy complicado de lograr. De hecho, hasta la llegada de Pablo Guede al banquillo blanquiazul se tornaba prácticamente imposible. El técnico argentino fue capaz de aportar algo de luz a un futuro bastante oscuro, pero tampoco supuso ningún milagro.
Mientras, la afición malaguista, a pesar de mostrar su enfado en varias ocasiones, se mantenía fiel, como siempre, mostraba una fe intacta y un sincero amor por los colores. Tanto ha sido así que se ha erigido como la mejor de toda LaLiga SmartBank. Esto se debe a que, durante la temporada, ha registrado una media de 15.345 espectadores, por encima del resto de aficiones de la categoría.
