El objetivo sigue siendo el mismo. El punto de mira del Málaga Club de Fútbol continúa estando inmóvil sobre la salvación y ahora la tiene aún más a tiro. La contienda del pasado domingo, 15 de mayo, no era, ni mucho menos, sencilla. Los de Pablo Guede aterrizaban en Tenerife en busca de una victoria pondría una gran piedra entre los rivales y su posibilidad de optar al ascenso.
Estadio Heliodoro Rodríguez López, las 21:00 horas. Eran el lugar y el momento en el que el Málaga iba a jugarse media permanencia. Una derrota dejaría los ánimos por los suelos en toda la Costa del Sol, aunque era una idea que ya vivía en la cabeza de muchos aficionados.
A los de Guede les tocaba visitar la casa de los cuartos clasificados, con tres puntos en juego que les asegurarían matemáticamente un puesto en los play off de ascenso y con el respaldo de toda su afición. La situación, a priori, se tornaba bastante complicada para los blanquiazules, pero de sobra sabemos que en el fútbol no se puede dar nada por hecho, y mucho menos por perdido.
El Málaga puede celebrar la permanencia en casa
Así se lo planteó el Málaga antes de saltar al terreno de juego. Iba a ser una batalla muy dura, sin duda, pero los costasoleños también llegaban con un fuerte aliciente para luchar por los tres puntos. La importancia del partido no solo se centraba en asegurarse un poco más la permanencia, sino que las opciones del equipo de poder celebrarla en La Rosaleda, ante los suyos, ante quienes siempre han confiado, pasaban por lograr esa victoria.
El olor de la motivación se vuelve aún más fuerte si se visualiza esta imagen: las gradas de La Rosaleda repletas, como nunca en toda en la temporada, de camisetas blanquiazules, con el escudo del equipo sobre cada una de ellas, los ojos conteniendo la emoción, las gargantas casi sin voz y la piel erizada en cada uno de los asientos que rodean el césped del estadio.
Es un sueño, pero es un sueño muy real, y más después de la épica lograda en Tenerife. Un gol de Álvaro Vadillo en el minuto 8 y otro de Aleix Febas en el 48 permitieron que equipo y afición empezaran a imaginarse ese momento que el próximo sábado, 21 de mayo, tras el partido frente al Burgos, podría abandonar la imaginación para ocupar un sitio en el mundo real.
¡VAMOS, MÁLAGA! pic.twitter.com/cgAj37cgMN
— Málaga CF (@MalagaCF) May 15, 2022
"No está nada hecho"
Ante tanta emoción, alguien tiene que mantener la cabeza fría y los pies en el suelo. En esta ocasión, esa persona es Pablo Guede. Después de uno de los mejores partidos que ha firmado el Málaga durante la temporada, el técnico argentino se mostró cauto de cara a los 180 minutos que aún le restan al equipo: "Esto es partido tras partido y hay que seguir. No está nada hecho. No se pueden sacar los pies del suelo, no te podés relajar".
La gran actuación de Dani Martín para mantener la portería malaguista a cero fue determinante para conseguir la victoria, respecto a lo que el guardameta destacó que "a partir de la portería a cero crecemos mucho como equipo. Llevamos dos partidos lográndolo y eso es importante para la confianza".
El equipo recupera a Luis Muñoz
Otro de las grandes noticias que ha dejado el encuentro ante el Tenerife es la vuelta de Luis Muñoz al terreno de juego. Después de siete meses y medio sin disputar ni un solo minuto, debido a una rotura completa del ligamento cruzado, el capitán volvió a formar parte del equipo y dejó muy buenas sensaciones y un gran movimiento de balón.
"Esta semana esperamos conseguir la salvación en nuestra casa y con nuestra gente porque será de toda La Rosaleda y de todo el club. Esperamos celebrarlo en casa", aseguró Muñoz tras el partido. Todos lo sueñan, todos lo visualizan. Ahora tan solo queda lucharlo, lograrlo, vivirlo y disfrutarlo el próximo fin de semana.