
¿Quién iba a decir a los aficionados del Málaga CF, a 5 de marzo de 2023, que podrían seguir creyendo en defender el escudo de su equipo en la categoría de plata del fútbol español? Ese fatídico día en el que el equipo perdió contra el Racing de Santander, el rival directo por la permanencia, distanciándose hasta los 10 puntos.
Tras el pitido final del árbitro, se marchaba del campo un equipo desolado, con los dos pies puesto en primera RFEF y una afición que, después de un espectacular recibimiento a los jugadores y de llenar el Estadio La Rosaleda, se fue de él con las manos vacías y viendo al club de su vida con el agua hasta el cuello y sin solución alguna aparente.

Un mes después, el guion ha cambiado. Por ello, a continuación vamos a analizar qué ha llevado al Málaga y a sus aficionados a sentirse más vivos ahora que en toda la temporada, a pesar de estar aún a seis puntos de poder cumplir el sueño, ese por el que el equipo no va a parar de luchar ni su afición de alentar hasta que quede una mínima opción.
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— Málaga CF (@MalagaCF) April 17, 2023
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Sergio Pellicer, principal artífice del milagro malaguista
El primer culpable es Sergio Pellicer, el míster. Cogió las riendas de un equipo sin alma, un equipo que no creía en su juego y el que, además, podría servir de ejemplo para la Ley de Murphy. Si algo podía salir mal, sin duda alguna, iba a salir.
El técnico ha sabido imprimirle al vestuario ese carácter competitivo que le identifica, les ha enseñado a morder cada pelota y darle la pausa necesaria al equipo cuando tiene el balón. Aunque a esto hay que añadir que esa inercia negativa que acompañaba al Málaga durante toda la campaña se ha revertido, como se pudo comprobar en el último partido en el templo malaguista. En él anularon un penalti en el minuto 94 a los visitantes por un fuera de juego por escasos centímetros.

En definitiva, ha conseguido una armonía y cohesión en la plantilla que no se había visto en todo el año y ha insuflado de ánimo y esperanza a cualquier malaguista que dudaba de la permanencia de su equipo.
Nada se podría conseguir sin el aliento de la grada
El segundo aspecto es la afición, esa que, a pesar de la situación de su club, no ha parado de creer y de apoyar, ya sea en el templo malaguista o como visitantes, se han empecinado en demostrar sus sentimientos y amores al equipo de su tierra.

El siguiente acto de fe ya está marcado en rojo en el calendario, es el desplazamiento multitudinario a Lugo de la siguiente jornada, para acompañar a sus jugadores con el objetivo de cumplir el sueño que todos anhelan.
La plantilla tendrá que luchar para vencer al descenso
El tercer aspecto, no por eso menos importante, son los jugadores. Ha habido un cambio de actitud en el campo, ahora creen en lo que hacen y confían en ellos y en sus compañeros. Sergio Pellicer les ha cargado las pilas y ellos han mostrado una predisposición envidiable viendo en la situación que estaban. Lo fácil hubiera sido dejarse ir a la deriva y naufragar.

Tras ese dramático día del 5 de marzo, el Málaga ha conseguido revertir una situación que pintaba muy mal, estos tres elementos se han unido para hacernos creer en ese sueño que, hasta hace poco, cuatro escasas semanas, parecía una quimera.