El pasado sábado 14 de agosto en Granada, lo que pudo quedarse como una simple multa por no hacer uso del cinturón acabó en una persecución y en una multitud de delitos para un hombre de 52 años.
Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico intentó interceptar un vehículo cuyo conductor no llevaba puesto el cinturón de seguridad en la carretera A-402, en las inmediaciones de Moraleda de Zafayon. Sin embargo, el hombre del coche hizo caso omiso a las señales de los agentes y decidió darse a la fuga.
Al poco tiempo, la Guardia Civil consiguió interceptarlo en un área de servicio cercana y lo detuvo. Durante su detención, el hombre se mostró "muy agresivo, se negó a identificarse, intentó agredir a los agentes cuando estos quisieron introducirlo en el vehículo patrulla para trasladarlo al acuartelamiento de Loja para identificarlo; intentó también autolesionarse y rehusó someterse a las pruebas de alcoholemia", según las fuentes policiales.
Tenía que entrar a prisión por otro delito
Cuando la Guardia Civil consiguió finalmente identificarlo, los agentes comprobaron que el Juzgado de lo Penal número 5 de Granada ordenaba su detención e ingreso en prisión para cumplir condena.
Por lo que, este individuo se encontraba en requisitoria por el Juzgado de lo Penal número 5 de Granada, que ordenó su ingreso en prisión para cumplir condena tras un juicio por haber sido sorprendido "conduciendo careciendo de permiso de conducir por haber agotado los puntos asignados".
Un suceso, bastante parecido al ocurrido el sábado, y por el que deberá cumplir condena a partir de ahora. Los agentes han declarado que el hombre era consciente de que "si lo detenían ingresaría en prisión a cumplir condena", por eso decidió darse a la fuga.
