142 días después, la lucha de la 'Kelly' Manuela Vargas llega a su fin
La historia de la 'Kelly' jerezana, Manuela Vargas, ha llegado a su fín tras el pago del dinero que se le adeudaba
Corría finales de septiembre del pasado año, cuando una trabajadora del hotel Tierras de Jerez, decidió plantarse enfrente de su puerta para reclamar el salario que le adeudaban, más de 31.000 euros. La 'Kelly' jerezana, Manuela Vargas, ha protagonizado una de las luchas sindicales más significativas en Jerez de los últimos tiempos.
Ubicada en la Plaza de las Angustias, Manuela se plantó con su silla de playa y su pancarta que decía: "Hotel Tierras de Jerez no paga a sus trabajadores". Desde allí, la jerezana, se fue ganando el corazón de todo el que transitaba normalmente por este rincón de Jerez. Hasta allí fueron a visitarla numerosas asociaciones, sindicatos, colectivos feministas e incluso el colectivo de las kellys para mostrarle todo su apoyo y solidaridad con la causa.
Manuela pese a las dificultades y adversidades, seguía ahí, como el primer día de septiembre. Daba igual si hacía frío, calor, si llovía o si tenía que cambiarse de acera para que le diese un poco el sol en las mañanas frías de enero. Ella seguía allí, constante con su lucha y con la esperanza de que se le diese lo que era suyo.
Finalmente, tras una larga lucha que ha durado 142 días, Manuela Vargas ha colgado en su Facebook que este mal sueño había terminado. El hotel le había pagado gran parte de la deuda, alrededor de unos 25.000 euros. Un dinero que no paga lo vivido por Manuela en todos estos meses, los cuales ha luchado y se ha dejado su vida en una silla de playa para que los de traje y chaqueta le pagasen un dinero que era suyo y nada más que suyo.
Con esto se abre un poco la esperanza para todas esas personas que luchan individualmente desde abajo contra el poder, demostrando que no estamos solos ante las adversidades y que el caso de Manuela es tan solo la punta del iceberg de las inestables situaciones laborales que se viven en el país. Por suerte, la 'kelly' jerezana, ha conquistado con creces todos sus derechos laborales dejando una marca imborrable para la historia de Jerez.
