
Durante esta época del año, multitud de calles de Jerez de la Frontera colorean las copas de sus árboles con la Jacaranda mimosifolia, una especie subtropical asentada en multitud de zonas geográficas cálidas que destaca por su atractiva silueta y vistosa floración. Sin embargo, en la Avenida Chema Rodríguez, junto al Estadio Municipal de Chapín se puede contemplar una variedad única y singular de flores blancas frente a las tradicionales flores de color malva.
Actualmente están registrados muy pocos ejemplares de esta variedad. Uno de ellos se encuentra en el edificio de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, donde se realizó un trasplante delicado hace poco más de un año y que en pocos meses comenzó a dar resultados.

De hecho, la Unidad de Medio Ambiente de la Universidad de Sevilla está inmersa en un proyecto para tratar de desarrollar diferentes técnicas que permitan proceder a su multiplicación para que pueda extenderse por otros jardines de la ciudad.
La jacaranda necesita mucha luminosidad. Su ubicación ideal es a pleno sol dado que, cuanta más luz reciba, mayor será su floración, teniendo un gran capacidad de adaptarse a diferentes tipos de suelo, algo que le otorga una gran resistencia a la sequía.
Caída de las flores de la jacaranda
Entre los meses de mayo y julio se cubre de grupos de flores tubulares de un vistoso y brillante tono malva. Al caer de la copa de los árboles se mezclan con una sustancia pegajosa que segregan unos insectos habituales de esta especie cuando chupan la savia de las hojas y que resulta muy difícil de limpiar tanto de los vehículos estacionados en la vía pública como del propio acerado.
En el caso de Jerez, en la Avenida Chema Rodríguez, muy próximo al Estadio Municipal de Chapín, se pueden contemplar dos alineaciones de jacarandas, donde años atrás había otros ejemplares con flores blancas.
Sin embargo, la acción humana y diversos impactos de vehículos sobre los mismos han ido motivando su desaparición hasta el día de hoy, donde solo queda un árbol de estas características.