La despedida de Mario Rosado de Ciudadanos Jerez
El número dos de Cs, tras Carlos Pérez, confirma que no concurrirá en la elecciones municipales del próximo 26 de mayo
El pasado domingo, a través de su perfil en Facebook, Mario Rosado informaba que no concurrirá en las elecciones municipales del próximo 26 de mayo, tal y como le había comunicado a su partido.
Para el que ha sido número dos de Ciudadanos en Jerez de la Frontera, su marcha se debe a tres motivos. El primero, como afirma el aun edil es "la exigencia de mi profesión, abogado, tras casi 10 años de ejercicio. En un mundo en constante cambio, la dedicación debe ser plena para seguir luchando en pro de los derechos de los ciudadanos".
"En segundo lugar, porque de un tiempo a esta parte ni me siento motivado ni me siento útil. Independientemente de la persona que el partido elija para ser alcaldable, cuyo nombre desconozco, creo que ahora poco puedo aportar para la consecución de los objetivos y metas que en nuestro municipio se marquen. El tiempo, que además de oro es justicia, dirá si las estrategias han sido las acertadas y las personas las adecuadas", señala Rosado.
A estos dos motivos se le suma la paternidad, algo que para Mario es "la más alta de las responsabilidades". Con todo ello, el concejal indica que "ha resultado un privilegio trabajar por Jerez, tanto en la Fundación del Villamarta como patrono, como en el Circuito de Jerez en su Consejo, y sobre todo en la corporación municipal".
"A pesar de no haber recibido -ni buscado- un solo euro de las arcas de mi ciudad en este mandato, me llevo en la mochila un increíble bagaje, y me doy enteramente por pagado con un salario emocional intangible: el haber conocido, por encima del flamenco, el vino, el caballo y las motos, a la verdadera riqueza patrimonial de Jerez: SU GENTE", añade el edil de Ciudadanos.
En su despedida, Rosado muestra su "gratitud infinita a todas las personas, entidades, asociaciones, colectivos, empresarios, periodistas y un largo etcétera que durante este camino, que no fue recto ni fácil, me ayudaron a ser mejor persona. También un orgullo haber oficiado una veintena de bodas civiles. Y por supuesto gracias a mi familia y a mi círculo de amistades, que con tanta buena voluntad siempre me aconsejaron".
Para terminar, señala que "ya tocará hacer balance cuando proceda. Me quedo con la íntima satisfacción de que mi entorno es más amable, más humano, menos raro".
Tras cuatro años sirviendo a la ciudad, Mario se despide con una grata sonrisa y asegurando que se le podrá ver "por las calles del centro, por el teatro, o por los juzgados... ¿O mejor en un tabanco, no?".
