Una mujer de 23 años ha sido detenida en la barriada de La Granja, en Jerez, por la Policía Nacional. A la arrestada se le acusa de un delito de resistencia y desobediencia a la autoridad. Todo ello tras enfrentarse a los agentes de al Policía Nacional tras ser interceptada cuando intentaba ocupar un piso ubicado en el citado barrio jerezano.
Tras una llamada al 091, los policías se personaron en el domicilio de La Granja. La llamada que recibió la Sala Operativa informaba de que personas desconocidas estaban dando fuertes golpes a la puerta de una vivienda. Además, también notificaron de que la alarma de la vivienda había saltado.
Los agentes de la Policía Nacional de Jerez se encontraron en el suelo restos de la puerta y la pared al llegar al bloque de viviendas. Intentaron ponerse en contacto con las personas que estaban dentro. Sin embargo, no recibieron respuesta en ese momento.
Varios minutos después, dos mujeres abrieron la puerta e informaron a los agentes que llevaban viviendo allí diez días. A su vez, le comentaban a los agentes que el piso era propiedad suya y los invitaba a abandonar el lugar.
Sin embargo, lo que decían era falso. El inmueble tenía daños en la puerta y la pared que se acaban de producir, así como la ausencia de enseres. A todo ello hay que sumarle que algunos vecinos del bloque, congregados en el vestíbulo y en la escalera, reiteraron que los hechos acababan de producirse.
Ante esta situación, los agente de la Policía Nacional de Jerez le comentó a los ocupantes que debían abandonar la abandonar la vivienda ya que se encontrarían cometiendo un hecho delictivo flagrante de usurpación de un bien inmueble.
La detenida se obcecó en ocupar la vivienda de forma agresiva
Ambas mujeres mostraron una actitud hostil en todo momento hacia los agentes. Tras más de veinte minutos, abandonaron voluntariamente la casa reconociendo que efectivamente acababan de entrar en la misma.
Fue entonces cuando fueron identificadas por los policías para trasladar la información a la Autoridad Judicial, tras lo cual quedó un indicativo policial en el lugar a requerimiento de los vecinos hasta la llegada de un cerrajero. Todo ello debido al miedo de los mismos tras las amenazas e insultos de las dos mujeres.
Transcurridos 15 minutos, se personó de nuevo una de ellas hablando por teléfono y sin el uso de la mascarilla obligatoria. Nuevamente tenía la intención de entrar en el domicilio siendo conminada en su actitud por los vecinos, los cuales volvieron a recibir insultos por parte de la chica.
Los agentes de la Policía Nacional de Jerez le impidieron la entrada en la casa en numerosas ocasiones informándole que si proseguía con su actitud hostil y la intención de entrar se procedería a su detención, produciéndose ésta momentos después debido a la violencia que mostraba la mujer hacia los policías actuantes.
La detenida fue trasladada a la Comisaría de Jerez donde ingresó en calabozos hasta que prestó declaración ante la Autoridad Judicial en funciones de guardia.
