jueves. 25.04.2024
Isabel Díaz Ayuso (PP) y Santiago Abascal (Vox)
Isabel Díaz Ayuso (PP) y Santiago Abascal (Vox)

Las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid han creado un severo cisma político prácticamente a nivel nacional. El próximo 4 de mayo, PP, Vox, Podemos y PSOE, protagonizarán la batalla definitiva entre la izquierda y la derecha en unas elecciones que brindan un interesante enfrentamiento político entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Iglesias

La inesperada decisión de Pablo Iglesias de dejar su puesto como vicepresidente del Gobierno para convertirse en candidato de Podemos, nos hace ver la importancia que guarda el dominio de Madrid, cuyas elecciones servirán como piedra de toque para que los grandes partidos puedan medir su capacidad de movilizar a las masas e ir tomando posiciones de cara a las próximas generales.

En este sentido, Vox juega uno de los partidos más importantes de su historia desde que saliera a la palestra nacional. Después del buen resultado cosechado en Cataluña y tras el sorpasso al PP, la formación de Santiago Abascal ha ganado poder y suben sus expectativas de cara a seguir sumando votos a nivel nacional.

Algo que podría irse al traste en caso de no conseguir un buen resultado en la Comunidad de Madrid, donde intentarán mejorar los 12 escaños que lograron hace dos años con un 8,9% de los votos.

En este sentido, la formación verde reconoce el poder y fuerza de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso y su buena gestión en la presidencia de Madrid, por lo que intentarán provocar una brecha en el PP, enfrentando la candidatura de Ayuso con Pablo Casado, cuya estrategia ha sido alejarse de Vox, justo cuando el partido de Abascal podría ser la clave para frenar un Gobierno de izquierdas en la capital. 

Vox ve a Pablo Casado como el punto débil del PP

Por lo tanto, Vox intentará no atacar a la candidata del PP, a la que incluso elogian, firmando así un pacto de no agresión imaginario para unirse ante la izquierda. La pasada semana, el portavoz parlamentario, Ivan Espinosa de los Monteros, al asegurar que "tienen estima y afecto a Ayuso" y "creen que no ha sido una mala presidenta". "Ayuso dependerá de Génova o de Vox, y más vale que dependa de Vox porque, como dependa de Génova, ya sabemos los bandazos que puede pegar", añadió.

El secretario general del PP, Pablo Casado

Además, el vicepresidente político de Vox, Jorge Buxadé, ya planteó un día antes la contienda como un enfrentamiento entre Génova y Bambú, es decir, entre las direcciones nacionales de PP y Vox, al centrar sus críticas en Pablo Casado por sus negociaciones con el PSOE por renovar el CGPJ, en lugar de hacerlo en Díaz Ayuso.

"El PP puede tener un proyecto político pero en cualquier momento Génova se lo cambia", dijo Buxadé, dando a entender que Casado es el punto débil de Díaz Ayuso. El también eurodiputado presumió de que en Vox "a quien se presente de candidato desde la calle Bambú, nadie le va a cambiar el proyecto político porque es el mismo".

De esta manera, esto no hace aún más que reforzar la relación que mantienen Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio. De hecho, en las negociaciones presupuestarias, Monasterio habría hecho en ocasiones de "mediadora" entre Ignacio Aguado y Díaz Ayuso, ante las disputas existentes con el líder de Cs en Madrid, según aseguran fuentes de la formación de Abascal.

Vox quiere convertir el cinturón rojo de Madrid en verde

Debido a la buena imagen de Ayuso entre los votantes de derechas y la irrupción de Pablo Iglesias en la campaña, podría favorecer al llamado "vote útil" y que se produzca un trasvase de Vox hacia el PP para intentar garantizar una mayoría suficiente que consiga impedir un gobierno de izquierdas.

Santiago Abascal, presidente de Vox

Sin embargo, desde la dirección nacional del partido se niega ese riesgo y aseguran que el "efecto Iglesias" no será como se espera, puesto que Vox tiene una base consolidada, que sabe reconocer las diferencias entre PP y Vox. De todas maneras, para combatir una posible fuga de votantes, Vox insiste en la idea de que en Madrid todos los votos cuentan por ser circunscripción única, lo que invalida el argumento del "voto útil".

De esta manera el objetivo de PP y Vox es el de crecer a costa de Cs, PSOE y Podemos en barrios de la periferia de Madrid y en municipios grandes como Leganés, Móstoles o el Corredor de Henares, donde existen graves problemas sociales. Esta zona es conocida como el "cinturón rojo" de Madrid, donde Cs pudo meter sus manos, y ahora, desde Vox presumen que será verde.

Vox firma un pacto de no agresión con el PP de Díaz Ayuso en Madrid