jueves. 25.04.2024

¿Afecta el sexo antes de competir al rendimiento deportivo?

La investigación en este campo es muy compleja debido a las múltiples variables que condicionan la propia relación entre deporte y sexo

Por Antonio Álvarez Lovillo

La idea de que practicar sexo altera el rendimiento deportivo tiene su origen hace miles de años. Las antiguas civilizaciones griegas, romanas y chinas ya hablaban sobre la influencia negativa de esta variante de ejercicio físico antes de una competición. Esta idea, de una u otra forma, ha llegado a nuestros días pero, ¿es verdad que el tener sexo la noche anterior de un evento repercute de forma negativa en el rendimiento de los atletas? A continuación abordamos la controversia.

Los efectos negativos del sexo sobre los deportistas hunden sus raíces en la mitología y la religión que concedían al semen una supuesta energía divina. Su retención, por este motivo, potenciaría la fuerza, la resistencia y la virilidad en el caso de los hombres, tres buenos aliados para la competición deportiva. Su pérdida, provocaría justo lo contrario: una pérdida pasajera de facultades físicas.

Como punto de partida, debemos subrayar que la investigación en este campo es muy compleja debido a las múltiples variables que condicionan la propia relación entre deporte y sexo (pareja, duración, esfuerzo realizado, implicaciones emocionales y un largo etcétera).

La mayor revisión de estudios sobre sexo y deporte

Las investigaciones más importantes sobre esta materia, muy recurrente cuando llegamos al final del cada ciclo olímpico, sí apuntan hacia una posición contraria a los mitos. Más de 500 de estos estudios fueron analizados en una revisión publicada en 2016 en Frontiers in Physiology (Sexual Activity before Sports Competition: A Systematic Review) con una conclusión clara: la ciencia no ha encontrado efectos negativos en el rendimiento deportivo de los atletas (hombres y mujeres) que han realizado el acto sexual antes de un evento, al menos con 10 horas de antelación. Por contra, estudios puntuales incluso han apuntado efectos positivos.

Hay que precisar que hay investigaciones que sí han señalado casos en los que el sexo perjudica al rendimiento. Ésta fue la conclusión principal de un grupo de investigadores de Ginebra que sometió a 16 deportistas de alto nivel a pruebas de esfuerzo máximo en ergómetro en dos condiciones: 10 horas después de haber mantenido relaciones sexuales y dos horas después de haber mantenido relaciones sexuales.

Los resultados mostraron que la actividad sexual no indujo cambios en los valores máximos de la prueba de esfuerzo o en la concentración de los deportistas, pero sí señalaron valores de la frecuencia cardiaca más altos durante la prueba de esfuerzo en el test realizado a las dos horas. (ver el estudio completo).

Lucía Vargas, psicóloga y sexóloga de Centro Vitaria, insiste en que “no existe constancia científica definitiva” de que el sexo perjudique al rendimiento deportivo. “No se puede afirmar que tener sexo en la noche anterior a una competición pueda impactar negativamente en el rendimiento del deportista en el plano físico y mucho menos, semanas antes”.

Sexo y rendimiento: la producción de hormonas

Sí podemos enumerar algunos efectos positivos del sexo en el rendimiento deportivo tanto en el plano psicológico como en el físico, tanto en deportistas masculinos como femeninos. Centrándonos en el capítulo deportivo, las relaciones sexuales frecuentes favorecen la producción de testosterona, hormona muy ligada a la fuerza y a la potencia muscular. En el caso de los hombres, tras la eyaculación, se produce un descenso momentáneo de la testosterona, pero sus niveles normales se recuperan rápidamente. Es por esto que no sea recomendable tener sexo durante dos horas antes de una prueba, tal y como apuntaba el estudio de los investigadores suizos. En las féminas, el aumento de testosterona no implica ninguna bajada, por lo que los efectos en la cantidad de esta hormona son muchos más notorios.

La sexóloga Lucía Vargas apunta otro beneficio: “Las descargas de placer aumentan la liberación de oxitocina y endorfinas, sustancias que disminuyen significativamente la sensación de dolor”. Por esta razón, la práctica sexual se puede considerar como un analgésico natural que ayuda a aliviar dolores musculares y/o articulares.

Sexo y deporte: un plus psicológico

Uno de los secretos del éxito deportivo es tener una mente totalmente concentrada en el objetivo propuesto. En este aspecto, practicar sexo también tiene mucho que decir: “El sexo aumenta la segregación de serotonina (hormona encargada del bienestar y del placer) y hace que baje el nivel de cortisol en sangre, la hormona responsable del estrés. Todo ello puede facilitar acudir a la competición con menos ansiedad”, aclara Lucía Vargas.

Acciones como dormir mejor y lograr un correcto descanso se pueden beneficiar con la práctica sexual en la jornada previa de un evento deportivo. Así, se afrontaría la prueba en cuestión con mejores garantías.

De igual modo, la sexóloga Vargas incide en otro punto beneficioso del sexo: “Está demostrado que la abstinencia prolongada puede producir estados depresivos en la persona así como frustración y estrés”. Es decir, prohibir el sexo puede ocasionar los efectos contrarios que los deseados: un peor rendimiento.

Sexo y deporte: aspectos negativos a tener en cuenta

Algunos de los razonamientos sobre los efectos perjudiciales del sexo antes de una gran prueba deportiva son los que vinculan el sexo a pasar una noche en vela o a la fiesta previa que se asocia en determinados casos a su práctica. En este último apartado, se podría incluir el consumo de alcohol o, en situaciones más extremas, las drogas.

Vargas recomienda que el sexo que se practique “no requiera un excesivo desgaste físico ni pasar toda una noche despierto”, ya que afectaría al descanso, que es determinante en el rendimiento.

Muchos deportistas de élite siguen también una serie de rutinas muy marcadas en los instantes, días o semanas previas a una competición. En este caso, si el sexo precompetición no se incluye en estas rutinas, puede estar desaconsejado también en la previa. El motivo es que , desde el punto de vista de la preparación psicológica, el deportista tiende a prejuzgar su rendimiento según estas prácticas habituales que realiza. Un atleta puede ver su rendimiento perjudicado por haber hecho una acción que no era habitual en él, una práctica ajena a su rutina.

Esta misma idea se hace extensible a los deportistas que tienden a creer que el practicar sexo merma sí o sí su condición física. En estos casos, se afrontará la competición pensando en la debilidad producida por el sexo y dificultará el que haga un buen papel en la prueba.

La práctica en los deportistas de élite

Entre el mito y la ciencia se encuentran muchos de los deportistas que semana tras semana afrontan grandes campeonatos. Aunque en algunos casos el sexo sigue siendo un tema más ligado al ámbito privado, algunos deportistas de élite han dado a conocer sus hábitos antes de una competición.

El caso más notorio fue el del mítico Mohamed Ali. El boxeador se autoimponía una abstinencia sexual de seis semanas antes de un combate; otro nombre conocido es el de Pelé, que, por el contrario, se mostró favorable a practicar sexo antes de un evento deportivo.

En el mismo ámbito futbolístico, la Selección de Argentina de fútbol campeona del Mundial de México 1986 tenía prohibida la práctica sexual antes de los partidos. Por otro lado, los jugadores de la afamada ‘Naranja Mecánica’ de Holanda sí tenían permiso del técnico para poder tener relaciones. Este combinado logró el subcampeonato mundial de 1974 y 1978.

Entre las féminas, la luchadora Ronda Rousey ha señalado que le gustaba practicar sexo antes de una pelea porque aumentaba sus niveles de testosterona e influía positivamente en su rendimiento.

Por su parte, Casey Stengel, histórico entrenador de los New York Yankees, pronunció una de las frases más claras acerca de esta controversia: “No es el sexo lo que destroza a estos chicos, sino por el contrario, estar levantados toda la noche esperándolo”.

La revisión de investigaciones publicada en Frontiers in Physiology concluye que la esfera sexual es propia de cada individuo y que, en este contexto, los deportistas deben vivir su sexualidad con completa libertad.

¿Afecta el sexo antes de competir al rendimiento deportivo?