Consejos para prevenir la presencia de cucarachas en el hogar

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental alerta sobre un verano plagado de cucarachas

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental  ha explicado que “con el calor y la humedad las cucarachas proliferan y abandonan su hábitat natural en busca de nuevos cobijos en los que encuentren agua, alimento y una óptima temperatura o, lo que es lo mismo, las tres condiciones indispensables que necesitan estos insectos para subsistir e invadir las casas y sus proximidades”.

Las cucarachas son insectos de hábitos nocturnos que permanecen ocultos durante el día en rendijas o grietas. No obstante, en estas fechas, y cuando el termómetro comienza a elevarse, es habitual que podamos verlas también durante el día si la población es muy alta

o necesitan alimento.

“Además de ser un problema higiénico”, alerta Milagros Fernández de Lezeta, directora general de ANECPLA, “las cucarachas pueden ocasionar grandes pérdidas económicas por la contaminación que provocan en alimentos al defecar sobre ellos, pudiendo ocasionar graves enfermedades, de gran alarma social como la disentería y la salmonelosis”.

Asimismo, cucarachas son susceptibles de provoca alergias en las personas, manifestándose ésta en forma de estornudos, comezón, lagrimeo y escurrimiento nasal; y en algunos casos, esas manifestaciones se pueden complicar ocasionando una crisis asmática severa en caso de que el sistema inmune de la persona afectada no responda adecuadamente.

Consejos de prevención

Con el fin de evitar, frenar y/o evitar los problemas derivados de la presencia de cucarachas en nuestro entorno, ANECPLA aconseja tomar las siguientes medidas:

• Eliminar fuentes de humedad y fuentes de alimentos para las plagas, es decir, no dejar alimentos o agua sin tapar a su alcance, limpiar los restos de comida de las mesas y encimeras, cerrar bien las bolsas y cubos de basura para evitar olores atrayentes, respetar las horas de recogida de residuos, no dejar fuera de contenedores, etc.

• Mantener una ventilación adecuada para eliminar olores y temperatura no excesiva.

• Limpiar periódicamente los trasteros y otras posibles fuentes de anidamiento.

• Corregir las deficiencias estructurales en las casas que permitan la entrada de estas plagas, es decir, sellar grietas (fundamentalmente las que se encuentran alrededor de los lavabos, fregaderos y zócalos), supervisar las instalaciones de gas y agua, revisar los desagües, etc.

• Eliminar malas hierbas y escombros