viernes. 29.03.2024
Isabel Pantoja Kiko Rivera
Kiko Rivera e Isabel Pantoja

Parece mentira que entre un hijo y su madre, entre una madre y su hijo, estalle una guerra punto menos que belicosa, con sus tiros verbales muy certeros, por lo demás. Lo que traducido resulta: parece que no tiene fin la contienda de Isabel Pantoja con su hijo Kiko Rivera. Y viceversa. No tiene punto y final este dictado.

No tiene punto y final este mal ejemplo. Este contraejemplo. Esta vergüenza ajena. Este charco. Este distorsión de la urdimbre familiar. Este toma y daca que de momento sólo es toma. Estas apariencias que ya no engañan. Este círculo vicioso del dinero en medio de un ser y su progenitora.

Grapa que duele

 

No punto y final. Y ni siquiera punto y aparte. Aquí abordamos un enlace sucesivo de capítulos endrinos. Una bisagra que nada resuelve. Una grapa que duele. Un imperdible que todo lo pierde. Una vela de cumpleaños que ha salido ardiendo. Unos recuerdos que nada atemperan.

Las uñas dispuestas para arañar, la lengua en filo y las espadas en alto. Unos espectadores que suman millones. Hasta alcanzar la densidad de una población entera. Esto es: toda España con los ojos abiertos como platos ante la pequeña pantalla y frente a las revistas del colorín (o sea: el periodismo rosa que penetra en la intimidad nunca pública pero sí publicada de sendas partes enfrentadas).

No hay gato encerrado

 

Nadie se llame a engaño: este ring no esconde trampas ni cartón. No hay gato encerrado en el verbo de Kiko Rivera, quien ha iniciado toda esta trifulca posiblemente con bastante parte de razón en ristre. No se trata de un juego puntual donde la dialéctica sea de fogueo. Cuanto sucede son palabras mayores. Cuestión de Estado familiar. Pugna de saliva con sabor a ira.

Ahora se ha conocido que piden tres años de cárcel para la tonadillera. Tres años entre barrotes. ¿Se repite la historia -la intrahistoria- para la artista? ¿Se repite el mal sueño? ¿Se repite la pesadilla? En ese ínterin Kiko suelta prenda y entrecomilla sus propias palabras, que de nuevo salen del epicentro de su rabia ya no contenida.

Isabel Pantoja

Sinceras declaraciones

 

El joven ha hecho unas declaraciones. En la revista ‘Lecturas’. Ha dicho: "Mi madre estaría mejor en la cárcel que en Cantora. ¡Qué triste lo que te digo! Va a tener tiempo para reflexionar sobre todo lo que ha hecho mal y no tener a este señor al lado comiéndole el coco. Es su veneno".

Dolido, molesto, contrariado, ha confesado echar muchísimo en falta el apoyo de su familia. "Tíos, primos, hermanos, ¿dónde están? No se me olvidan las palabras de mi hermana. Le digo que, si se quiere enterar de por qué las cosas están pasando así, se lo enseño. 'No quiero verlo', ha comentado en televisión”. Sabe que si lo hace, tiene que elegir, y a Anabel le pasa igual, añade.

Una ambición desmedida

 

Pero el DJ también ha desvelado y revelado la cantidad de dinero que le debe Isabel Pantoja. "Mi madre me debe casi 5 millones, en total", ha subrayado en la revista. Kiko Rivera insiste en mostrar la desmedida ambición de su madre por el dinero. Por el maldito parné. Por el vil metal.

Quien no deja de estar en la palestra es Agustín Pantoja. Muchas son las voces y las veces que dichas voces acusan al ex cantante como el auténtico culpable de la forma de proceder de la tonadillera. Una especie de mal consejero que no da pie con bola. ¿Será esto cierto? Algún día Agustín tendrá que pedir la voz y la palabra. Antes que después.

¿Cuánto dinero debe en total Isabel Pantoja a su hijo Kiko Rivera?