jueves. 28.03.2024

Triste noticia. Fruto de una negligencia. ¿O quizá de dos? Hay situaciones que no debieran darse. Hay situaciones que no son de recibo. Hay situaciones que desdicen mucho del avance que ha de estar presente en pleno siglo XXI. Catherine Jones es  una enfermera de 35 años, una joven enfermera que ha fallecido por un cáncer de ovario. Su fallecimiento ha creado una gran indignación.

Todo se complicó por culpa de una negligencia médica de sus compañeros de trabajo, del Hospital Wrexham Maelor, en el norte de Gales. ¿Qué sucedió? Pues que los doctores dieron de alta a Catherine hasta dos veces, obviando un tumor que acabaría siendo letal. ¿Obviando? Parece difícil de creer pero en puridad así ha sucedido.

Suena extraño el posible titular: una enfermera ha muerto de cáncer, después de que los médicos le dieran el alta dos veces. ¿Fruto de la fatalidad? ¿De la mala suerte? La primera vez fue el año 2013. Entonces Catherine Jones se sometió a una cirugía para eliminar un quiste en el ovario que, aparentemente, podía provocarle problemas. Tan sólo aparentemente.

Revertir la situación

Es evidente que si el proceso se hubiera realizado con la atención  debida, con la atención adecuada, los médicos habrían comprobado que el quiste era potencialmente cancerígeno, pero… ¡Pero inexplicablemente nadie reparó en ello! En ese momento, el cáncer de ovarios que sufría Catherine podría haberse tratado. Haberse tratado de un modo riguroso. Con bastantes garantías. Y la enfermera podría haber revertido su situación. Pero eso no sucedió ni de lejos… y Catherine fue dada de alta sin un plan de seguimiento.

La historia vuelve a suceder de un modo más o menos calcado. Los dolores le volvieron tres años después, el año 2016. Regresaron las molestias. Catherine, sin dudarlo, acudió al hospital donde trabajaba de urgencia, y fue ingresada inmediatamente. Se trataba en efecto de una urgencia. No había tiempo que esperar.

Los médicos la valoraron y le practicaron una histerectomía, esto es, una cirugía para extirpar el útero. Después de la operación, de nuevo, los médicos le dijeron a Catherine que todo iría bien y le dieron el alta. ¡Otra vez el alta! ¡Todo iría bien!

La verdad y toda la verdad sobre Catherine

Pasaron días, pasaron semanas y, al cabo de unos meses, Catherine volvió a ser ingresada y murió por un cáncer de ovarios. La trágica noticia de la muerte de Catherina ha provocado una gran indignación, una fuerte protesta, un enorme resentimiento a su familia. Su marido, Dave, no ha parado de indagar y de investigar las causas de la muerte de su esposa desde que murió.

Según recoge el diario británico 'Daily Mail', Dave prometió a Catherine momentos antes de su defunción que averiguaría la verdad de su caso -la verdad y nada más que la verdad-.... y así ha sido: "Su muerte era evitable. Tendría que estar celebrando su 40 cumpleaños esta semana, pero el hospital para el cual trabajaba le falló", ha lamentado, entristecido, Dave.

Un riguroso informe 

Tras unos años de investigación, Dave presentó al Hospital Wrexham Maelor un extenso y riguroso informe con todos los errores cometidos, todos y cada uno de los errores, todos sucesivamente, por la institución sanitaria con su esposa. De entrada, el centro sanitario defendió que la biopsia de Catherine fue revisada dos veces y no se encontraron indicios cancerígenos. Pero… el argumento cae por su propio peso. Insostenible. Indefendible.

Finalmente, el hospital aceptó las acciones de negligencia en el caso de la enfermera Catherine Jones. No había otra. Era de cajón. Eso no devolverá a su esposa a Dave, pero al menos responsabiliza al personal sanitario del centro de su muerte. De alguna manera, al fin, ha honrado la memoria de la esposa difunta.

Enfermera de 35 años muere de cáncer tras recibir por error el alta dos veces