Los menores de 60 años vacunados con AstraZeneca deberán decidir a partir de este lunes, día 24 de mayo, si se les pincha una segunda dosis de AstraZeneca o si optan por una de Pfizer. Si eligen recibir el segundo pinchazo de AstraZeneca tendrán que firmar un consentimiento.
El formulario para ser vacunado con la segunda dosis de AstraZeneca deberá completarse con el nombre completo, DNI, lugar, fecha y firma del interesado. En caso de discapacidad del o la paciente será necesario el consentimiento del representante legal.
El Ministerio de Sanidad ha incluido esta opción después de que el Comité de Bioética haya emitido su informe, aunque no es vinculante, en el que considera "ética y legalmente recomendable" que este grupo de población -la mayoría trabajadores esenciales- firme un consentimiento informado específico si rechaza recibir la segunda dosis de Pfizer en favor de repetir con AstraZeneca.
Aprobación de Sanidad
Sanidad y las comunidades autónomas ya aprobaron el pasado miércoles permitir a los menores de 60 vacunados recibir la segunda dosis de AstraZeneca si rechazan hacerlo con Pfizer, si bien la ministra Carolina Darias quiso dejar claro que "no es una cuestión de elección".
Hasta marzo AstraZeneca tenía que haber entregado a España 12.232.200 dosis, aunque solo han llegado hasta la fecha 5.713.800; de ellas, se han pinchado 4.896.673: 4.896.082 personas tienen la primera y solo 591 personas han completado la pauta.
Las comunidades tienen por el momento 817.127 dosis sin pinchar, según el último balance de vacunación que publica diariamente el Ministerio de Sanidad. El miércoles, la ministra apuntó que esta semana llegarían otras 261.000 de este laboratorio.
Virus estacional
Dentro de la próxima década, el nuevo coronavirus responsable de la COVID-19 podría convertirse en poco más que una molestia, sin causar más que toses y resfriados comunes. Ese posible futuro lo predicen modelos matemáticos que incorporan las lecciones aprendidas de la actual pandemia sobre cómo cambia la inmunidad de nuestro cuerpo con el tiempo. Científicos de la Universidad de Utah (Estados Unidos) han llevado a cabo la investigación, publicada ahora en la revista 'Viruses'.
