sábado. 20.04.2024
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Los investigadores muestran que el distanciamiento social es tan importante como el uso de una mascarilla frente al Covid-19

Hoy día existe una preocupación creciente de que las pautas actuales sobre el uso de mascarillas y el distanciamiento social son insuficientes en ambientes interiores. En lugares como prisiones, hospitales y plantas de envasado de carne, donde la gente suele estar en lugares cerrados y reducidos.

Esto se debe a las investigaciones que muestran cada vez más que el virus del Covid-19 se transmite a través de gotitas más pequeñas suspendidas en el aire.

En la revista 'AIP Advances', los investigadores muestran que el distanciamiento social es tan importante como el uso de una mascarilla. Más aún cuando las personas en el interior solo respiran o participan en una conversación normal, incluso cuando no hay riesgo de toser o estornudar.

En concreto, la mayoría de las investigaciones se han centrado en la tos y los estornudos. Sin embargo, son escasos los estudios sobre cómo la simple respiración puede contribuir a la propagación del virus Covid-19 en el aire.

Los investigadores del Instituto Indio de Tecnología de Bhubaneswar demuestran que el distanciamiento social es tan importante como el uso de la mascarilla cuando las personas que están en el interior sólo respiran o participan en una conversación normal, incluso cuando no hay riesgo de toser o estornudar.

La importancia de los sistemas de ventilación

También descubrieron que las fugas de la mascarilla en el mismo escenario suponen un reto notable para evitar la propagación del virus. "Nuestros hallazgos muestran la necesidad de contar con buenos sistemas de ventilación que tengan en cuenta el 5 a 10% de fuga de partículas aerosolizadas que se produce en cada ciclo de respiración".

Esto sería una "forma de reducir la concentración de gotas en los espacios cerrados", explica el autor Venugopal Arumuru. Asimismo, "es necesario innovar en el diseño de las mascarillas para reducir las fugas de gotas laterales y en la parte inferior, a la vez que se proporciona una comodidad adecuada a la cara".

En un montaje experimental, se conectó un simulador mecánico de respiración a un maniquí de 1,5 metros de altura para simular la respiración regular. Así como la respiración ligeramente más larga típica de los adultos sanos que están quietos o realizan una actividad moderada, como caminar, hablar o participar en trabajos de montaje.

Una mascarilla de cinco capas es la mejor opción

De este modo, los investigadores evaluaron la eficacia de varios tipos de mascarilla, combinaciones de mascarilla y pantalla, y el uso exclusivo de la pantalla facial. Se llenó un generador de niebla con una mezcla de agua y glicerina para emular la consistencia de las gotas de saliva.

En particular, en el rango de diámetro de 1-10 micrómetros para reflejar la transmisibilidad en el aire. De esta forma, la exposición de las gotas se iluminó y se capturó con una cámara de vídeo.

Los investigadores descubrieron que, sin cubrirse la cara, las gotas procedentes de la respiración pueden viajar hasta 1 metro en cinco segundos. Se comprobó que una mascarilla comercial de cinco capas proporcionaba la mejor protección.

Esto se debe a que ésta permite una protección completa de la parte delantera de la cara y una fuga mínima por debajo de la barbilla. Una mascarilla comercial N-95 impide la fuga de gotas por delante, pero la fuga en los espacios entre la mascarilla y la nariz era significativa.

Por su parte, las fugas por la parte delantera de la mascarilla quirúrgica eran evidentes. Aún así, la adición de un protector facial aumentaba la restricción de las gotas.

"Sin embargo, las gotas notables que se asientan por debajo de la protección son preocupantes, y el emparejamiento de las mascarillas quirúrgicas con los escudos no es adecuado en los hospitales y otros lugares donde es difícil seguir las estrictas directrices de distanciamiento social", advierte Arumuru.

¿Es posible evitar la propagación del Covid-19 en espacios cerrados?