El término “confinamiento”, elegido por la Fundación del Español Urgente (Fundéu), la Agencia EFE y la Real Academia Española (RAE) como palabra del año 2020, vuelve a cobrar protagonismo en 2021. La tercera ola parece haber llegado a España después de Navidad, con una incidencia acumulada durante los últimos 14 días que se ha disparado hasta alcanzar los 454,22 casos por cada 100.000 habitantes. Por ello, los especialistas plantean la necesidad de instaurar un nuevo confinamiento domiciliario.
También el Colegio de Médicos de la Región de Murcia ha solicitado al Ejecutivo central que active los procedimientos necesarios implantar un confinamiento domiciliario de al menos dos semanas, “prorrogable en función de la evolución de la pandemia”, pide en un comunicado. “Aunque el Colegio entiende que el confinamiento domiciliario conlleva una privación de derechos no deseada por ningún ciudadano o institución; la grave realidad epidemiológica en la Región y la situación límite de la Sanidad regional para hacer frente a esta ola de la pandemia requieren de la toma de decisiones efectivas que frenen la propagación del virus”, argumentan los médicos murcianos.
Ya el 5 de enero, la Junta de Castilla y León, recomendada por su comité de expertos en la pandemia, anunció que pediría un aislamiento “corto, pero eficaz” para frenar la transmisión. “A veces es mejor hacer un confinamiento estricto de 14 días y frenarlo que aplicar medidas intermedias”. Así anunció Verónica Casado, consejera de Sanidad de la región. Pero el Gobierno central rechazó esta petición.
Nuevo confinamiento
Algunos epidemiólogos van más allá y creen necesario que el nuevo confinamiento domiciliario dure al menos dos meses. Es el caso de Carlos Pereira, profesor de virología y epidemiología en la Universidad de Santiago de Compostela, que en una entrevista con Nius ha abogado por un nuevo confinamiento de dos meses similar al de marzo combinado con medidas de desescalada más estrictas a partir de mayo.
"Espero que despertemos de una vez del ensueño en el que vivimos, creyéndonos que vamos a poder controlar la pandemia con medidas timoratas", acusa Pereira; "medidas que se está viendo que son poco efectivas y que se siguen declarando de todas formas".
"No hacer ese confinamiento estricto nos llevará a prolongar esta situación", dice, "seguiremos abriendo y cerrando. Y habrá un momento en el que se llegue a controlar el virus, pero vamos a tardar más en hacerlo".
El actual estado de alarma no cubre la posibilidad de un nuevo confinamiento domiciliario, por lo que el Ministerio de Sanidad aún no lo ha puesto encima de la mesa.
Enero será un mes complicado, según el ministro de Sanidad Salvador Illa. No obstante y, a pesar de que seis de cada diez españoles considera necesario endurecer considerablemente las restricciones; el Gobierno sigue descartando la posibilidad de establecer un confinamiento domiciliario. Y aboga por aplicar medidas lo "más quirúrgicamente posible".
El caso de otros países
Portugal, que inicialmente se planteaba establecer el confinamiento general 15 días, lo ha alargado finalmente durante al menos un mes para frenar la tercera ola.
En Reino Unido, uno de los países más castigados por la pandemia tras la multiplicación de casos de la cepa británica, se decretó el confinamiento domiciliario el 5 de enero.
Antes de las navidades, Alemania, previsora, volvió al confinamiento para evitar la transmisión. Este lunes, de hecho, iniciaba una fase más estricta, decretando el cierre de colegios hasta -al menos- finales de enero; así como el de la cultura, la gastronomía y los comercios no esenciales; y para los ciudadanos se ha establecido un radio máximo de 15 kilómetros como límite a la movilidad.
