Investigadores de la NASA (National Aeronautics and Space Administration) se encuentran investigando acerca de una de las preguntas sin resolver más cuestionadas en la historia de la humanidad en Jerez de la Frontera, España y el mundo entero: ¿existe vida extraterrestre?. Desde hace siglos se viene investigando la forma de poder hallar vida inteligente más allá de la Tierra, pero de momento, nunca se ha logrado tener conexión con un vida inteligente como la que todos imaginamos por las películas.
Hace más de 75 años, el físico Enrico Fermi planteó una pregunta que ha resonado a lo largo de las décadas: en una galaxia repleta de planetas y sistemas estelares, ¿por qué no hemos detectado señales de vida extraterrestre? Conocida como la Paradoja de Fermi, esta inquietud ha fascinado a astrónomos, filósofos y científicos de diversos campos. Ahora, un grupo de investigadores de la NASA ofrecen una explicación novedosa sobre por qué no hemos encontrado vida inteligente en el universo.
La razón de la NASA de por qué no hemos visto vida inteligente
Según explica el estudio llevado a cabo en The Astrophysical Journal, es sorprendentemente simple: la vida extraterrestre puede no necesitar hacerse notar. Los investigadores se preguntaron si un telescopio espacial de próxima generación podría detectar paneles solares en un exoplaneta cercano. Concluyeron que, si existiera vida inteligente que utilizara energía solar, esta probablemente no necesitaría consumir la cantidad de energía que sería detectable desde la Tierra.
"Las civilizaciones podrían no sentirse obligadas a expandirse por toda la galaxia porque pueden lograr niveles sostenibles de población y uso de energía, incluso si mantienen un nivel de vida muy alto", explicó Ravi Kopparapu, investigador del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y autor principal del estudio.
"Podrían expandirse dentro de su propio sistema estelar o en sistemas estelares cercanos, pero es posible que no existan civilizaciones que abarquen toda la galaxia", explica uno de los autores de este estudio que podría cambiar en cierta manera la forma de ver el espacio.
Detalles del proyecto de los investigadores de la NASA
El estudio llevado a cabo por miembros de la NASA examinó si los paneles solares de silicio podrían ser detectados en un exoplaneta similar a la Tierra. Los investigadores eligieron el silicio debido a su abundancia y coste relativamente bajo en comparación con otros materiales utilizados para la energía solar.
Usando el modelo del Observatorio de los Mundos Habitables, un proyecto clave del programa Grandes Observatorios de la NASA, los científicos simularon la observación de exoplanetas en la Vía Láctea. El desarrollo inicial de este telescopio de próxima generación está programado para 2029
El equipo fabricó un planeta similar a la Tierra con distintos niveles de cobertura de paneles solares de silicio, evaluando si el observatorio podría detectar estos indicios tecnológicos a una distancia de 30 años luz. Descubrieron que se necesitarían varias centenas de horas para detectar tecnofirmas si el 23% de la superficie del exoplaneta estuviera cubierto de paneles solares.
El estudio destaca que solo el 9% de la superficie terrestre de la Tierra sería suficiente para mantener a 30 mil millones de humanos con un alto nivel de vida. Cubrir casi una cuarta parte de un planeta con paneles solares sería un escenario extremo y innecesario para las necesidades energéticas terrestres.
"Las estructuras de recolección de energía estelar a gran escala podrían volverse obsoletas con los avances tecnológicos", comentó Vincent Kofman, coautor del estudio e investigador en Goddard y la Universidad Americana. "Una sociedad capaz de construir enormes estructuras en el espacio probablemente tendría acceso a la fusión nuclear u otros métodos eficientes de generación de energía", zanjan los investigadores.
Conclusiones del estudio
El estudio asume que una civilización extraterrestre usaría la energía solar de su estrella anfitriona, aunque podrían emplear otras fuentes de energía inimaginables para nosotros. Sin embargo, más allá de la fuente de energía específica, hay otras razones por las cuales no hemos detectado vida inteligente: el universo es demasiado grande y nuestra capacidad de búsqueda es relativamente reciente.
Nuestra galaxia ha existido por miles de millones de años, y nuestro universo por aún más tiempo. Como indica el Instituto SETI: “la Paradoja de Fermi es una extrapolación muy grande de una observación muy local. Podrías mirar por la ventana y concluir que los osos no existen porque no ves ninguno”.
Este estudio reciente hace numerosas suposiciones sobre la tecnología alienígena y su visibilidad, pero modelar estos escenarios es crucial. Una vez que el Observatorio de los Mundos Habitables y otros telescopios de próxima generación estén operativos, estos proyectos tendrán diversas hipótesis con las cuales iniciar su búsqueda, acercándonos quizás un poco más a resolver la enigmática Paradoja de Fermi que plantea una de las preguntas más cuestionadas en la historia de la humanidad.