martes. 16.04.2024

Noruega está investigando las 23 muertes registradas pocos días después de que recibieran las primeras dosis de la vacuna de Pfizer-BioNtech contra el covid-19. De esos decesos, la Agencia Noruega de Medicamentos y el Instituto Nacional de Salud Pública han evaluado 13, llegando a la conclusión de que los efectos secundarios asociados con la vacuna pueden haber contribuido a reacciones graves entre los grupos de riesgo y ancianos.

La noticia ha desatado el temor y la indignación tanto de expertos sanitarios como de negacionistas de ponerse las vacunas en Noruega, que ya ha recibido y administrado más de 20.000 vacunas.

Después de distribuir más de 47.000.000 de vacunas en 49 países, el laboratorio de Pfizer ha anunciado su descenso del envío de suministros a los países europeos, tanto para modificar sus procesos de producción como para conseguir aumentar la disponibilidad de las mismas, algo a lo que el Instituto de Salud Pública de Noruega ha respondido con preocupación.

Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades

Lo importante está en la puntualización de los peligros y efectos secundarios de la vacuna, ya que las muertes acontecidas han sido de personas mayores de 60 años con alguna patología o alergia previa. Como se especifica en el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, “nuestro sistema inmunitario tiene diversas herramientas para combatir infecciones (como la del coronavirus en este caso) y nuestra sangre contiene glóbulos rojos, que transportan oxígeno a todo nuestro cuerpo, y glóbulos blancos, que combaten estas infecciones”.

Estos glóbulos blancos pueden ser macrófagos, linfocitos B y linfocitos n, tres de los cuales, glóbulos que actúan con menor eficacia en los más mayores, por déficit de abundancia o por desgaste. Aun así, los responsables de crear esta vacuna, recomendaron las primeras dosis para los propios sanitarios o para los residentes en establecimientos de cuidados a largo plazo, como los recién fallecidos en Noruega.

La Agencia Noruega de Medicamentos y el Instituto Nacional de Salud Pública han hablado de las posibles reacciones graves que pueden tener los efectos secundarios de esas dosis en personas ancianas y frágiles. Algo que advierten y afirman que no trata de incitar a los más jóvenes y saludables a no querer vacunarse, sino a rastrear la seguridad de las vacunas contra el covid, especialmente aquellas que están basadas en tecnologías novedosas como el ARN mensajero.

Muerte de un anciano en España

Muere por Coronavirus un anciano vacunado en España. Un anciano que ya tenía puesta la primera dosis de la vacuna Pfizer falleció a causa del Coronavirus la semana pasada en Castellón. Así lo considera la Consellería de Sanidad de la Comunitat Valenciana, que confirmó este jueves la aparición de unbrote en la residencia Viver de las Aguas, ubicada en el municipio de Viver.

El ahora fallecido recibió el pasado 29 de diciembre la dosis de la vacuna Pfizer, al igual que el resto de usuarios del geriátrico. A los días de haberse vacunado, el residente sufrió un accidente y fue trasladado a un hospital, donde se le practicó una prueba PCR que obtuvo resultado positivo. Se trata de la primera persona que muere tras someterse a la primera fase de la vacunación -aunque en este caso acudió al hospital después de haber sufrido un accidente-.

El contagio del usuario motivó al geriátrico a realizar pruebas a los residentes y al personal del centro. Tras obtener los resultados se confirmó el brote en el centro pese a no haber registrado ningún caso positivo desde el inicio de la pandemia.

Se habían tomado todas las medidas preventivas y se habían reforzado las restricciones de acceso desde que la Conselleria informó sobre el aumento de la incidencia en la región el pasado mes de octubre. El fallecimiento del residente se comunicó el pasado 8 de enero. 

No es la primera vez que se detectan contagios en una residencia tras inocular la vacuna. El pasado lunes, en Vinaròs, Castellón, se registró el positivo de 21 residentes en un centro de la localidad después de haberse administrado la vacuna de Pfizer el pasado 31 de diciembre.

Investigan la muerte de 23 personas tras recibir la vacuna de Pfizer