jueves. 28.03.2024

¿Los perros pueden perder el miedo a los fuegos artificiales?

¿Es posible terminar con esta auténtica pesadilla de nuestras queridas mascotas?

Suelen esconderse bajo mesilla de estudio del último dormitorio de la casa. O bien en el rincón menos visible. O en el imposible vericueto del despacho doméstico. O en el estrecho espacio existente entre el baño y el wáter. Allí donde el hogar no encuentra visibilidad. Allí donde la casa encuentra su escondite más seguro y menos confortable. Así actúan, se agazapan, se atrincheran los perros… cuando los fuegos artificiales suenan, eclosionan, rompen en el aire de la noche. O de la mañana o del mediodía. Qué mas da.

Las mascotas salen fuera de sí cuando los cohetillos de marras comienzan su runrún estridente. Esos petardazos que sobresaltan a los animalillos de andar por casa. Los fuegos artificiales constituyen su peor pesadilla. Temblores, llantos, ladridos sin ton ni son, estrés por doquier… El fiel compañero queda tocado del ala, con la salud incluso maltrecha…

Los dueños de los perros no quedan impasibles ante lo que daña a sus queridos animales. Parecía que no había otra que soportar la tronera hasta alcanzar de nuevo los instantes de silencio y normalidad. Pero ahora la cosa parece que cambia. Porque un equipo de investigación, dirigido por la doctora Mira Korpivaara de Orion Pharma, ha conseguido dar con un gel de administración oral con un componente sedante que puede calmar a los perros: la dexmedetomidina.

Para lograr comprobar sus efectos,  han sido un total 182 perros con un historial de ansiedad o de miedos asociados a los fuegos artificiales formaron parte de un estudio. De todos ellos, 89 fueron tratados con el gel, mientras que el resto, 93, tomaron un placebo (según lo necesitado, hasta un máximo de 5 veces). Curioso planteamiento, cuanto menos. El historial de ansiedad era fundamental.

Los resultados fueron especialmente buenos, con una reducción considerable del estrés y la ansiedad. Tras una evaluación de los signos y síntomas que los dueños detectaron en sus perros, comprobaron que una gran mayoría de los que habían tomado el gel respondió al tratamiento de una manera muy buena o excelente (64 de 89, lo que supone un 72%). Por otro lado, de quienes consumieron el placebo, solo 34 de 93 mostraron alguna mejora. Sólo 34.

Un dato esencial que aportamos: a pesar de que el compuesto que se suministra se trata de un sedante habitualmente usado en pacientes de UCI, aseguran que la dosis es segura y carente de cualquier efecto sedante significativo que pudiera afectar a su salud.

¿Los perros pueden perder el miedo a los fuegos artificiales?