
A través de la luz ultravioleta (UV-C), investigadores de Italia exploran la desactivación de partículas del virus Covid-19. Utilizando un modelo numérico de supercomputadora de la difusión de las gotas de saliva producidas por la tos, según publican en la revista ‘Physics of Fluids’.
Una de las principales vías de transmisión del Covid-19 es a través de la difusión en el aire de microgotitas de saliva; por la que es fundamental encontrar métodos para matar el virus en microgotitas en el aire.
La confusión que se generó al comienzo de la pandemia sobre las distancias sociales seguras, el uso de mascarillas y el comportamiento social; inspiró a los investigadores de la Universidad Politécnica de Marche, intrigados por la difusión de gotas de saliva, a buscar respuestas y formas de ayudar.
Evolución de una nube de gotas de saliva
Valerio D’Alessandro junto a un grupo de amigos han usado una supercomputadora para hacer un modelo numérico de las gotas de tos irradiadas con luz UV-C. Con la que han explorado las distancias sociales necesarias para prevenir la transmisión del virus.
Para ello se centraron en la evolución de una nube de gotas de saliva; teniendo en cuenta la inercia, la flotabilidad y el peso de cada gota y su interacción aerodinámica con el medio ambiente.
“Estamos interesados en la posibilidad de desactivar las partículas del virus a través de la luz UV-C explica el investigador. Exploramos la interacción de las gotas de saliva con una fuente externa de radiación UV-C; una lámpara”. Técnica germicida bien establecida porque interfiere con la replicación del ARN del virus.
Los rayos UV-A y UV-B también matan a los gérmenes y están presentes en los rayos del sol; pero con estos, se necesitan de 15 a 20 minutos para matar un virus señala D’Alessandro. Los rayos del sol desinfectan las superficies durante el verano, que es una de las razones por las que la transmisión se reduce. Pero no se puede utilizar la desinfección en tiempo real. Por eso decimos explorar el efecto de la radiación UV-C en los virus”.
La investigación aborda puntos claves que aún no se comprenden
El trabajo aborda puntos claves que aún no se comprenden por completo. Primero determinaron que 1 metro de distancia no es completamente seguro para evitar la transmisión. “Si bien 1 metro de distanciamiento puede ser suficiente en una situación de uno contra uno; aún puede recibir gotas de tos desde el pecho hacia abajo. Hay que evitar tocarse los ojos, o la boca con las manos. Descubrimos que una distancia de 2 metros es mucho más segura”.
El investigador recalca que las gotas más grandes viajan alrededor de 1 metro. A esta distancia, solo descubrieron gotas más pequeñas, que transportan una cantidad reducida del virus.
“Es importante enfatizar que estos resultados se obtuvieron sin ningún viento de fondo, y si este está presente, la distancia casi se duplica. Tenemos que usar máscaras faciales, especialmente cuando estamos muy cerca”.
Peligro de dosis altas
“Es posible reducir el riesgo de contaminación aproximadamente un 50% cuando se irradian nubes de gotas de saliva con radiación UV-C; sin proporcionar una dosis peligrosa a las personas. La UV-C mata el virus, pero dosis más altas para los humanos pueden ser peligrosas”.
Se sabe que las altas exposiciones a los rayos UV-C causan tumores en ojos y piel. “Nuestro trabajo ayuda a corregir la comprensión de distanciamiento social seguro. Además, nuestros cálculos pueden ayudar a diseñar nuevos dispositivos de desinfección en tiempo real basados en UV-C. Pudiendo reducir el riesgo de transmisión de coronavirus y otros virus en situaciones particulares, como cajeros de supermercados o personas en situaciones similares”.