jueves. 25.04.2024

Mata a su hijo al hacerle tragar agua hirviendo en un exorcismo

El padre alegó que el menor estaba poseído por un “demonio”

Noticia propia de una novela de Stephen King. Aunque de nuevo se cumple la máxima de que la realidad a veces supera a la propia ficción. Un hombre de Tucson, en Arizona (EE.UU.), se enfrenta a cargos de asesinato en primer grado por verter agua muy caliente sobre la garganta de su hijo de 6 años alegando que el menor estaba poseído por un “demonio” y ésa era la forma de exorcizarlo. Este martes día 1 de octubre se ha dado a conocer la noticia.

Arrojemos más luz: Pablo Martínez, de 31 años, está acusado de matar al niño “con malicia y premeditación”, después de sostener al menor debajo del grifo de agua hirviendo entre 5 y 10 minutos. No por unos segundos, no. Nada menos que largos y agónicos minutos. Conforme a documentos judiciales, los agentes del Departamento de Policía de Pascua Yaqui fueron llamados a una casa en una reserva indígena de Arizona, donde encontraron al niño ya sin respiración tendido en una cama.

Nada se pudo hacer. La madre llamó a Emergencias cuando intentó entrar en el baño y la puerta estaba bloqueada. Un final demasiado triste. Durante el interrogatorio, el padre dijo que la semana pasada se dio cuenta de que el niño tenía “un demonio dentro de él”. Mientras le daba un baño al niño el jueves por la noche, relató a los investigadores, “vio algo malo” dentro del niño y sabía que tenía que “echar al demonio” y, para lograrlo, para conseguir este fin, sostuvo al niño debajo del grifo de agua ardiendo.

Ardiendo literalmente. La tortura fue atroz. La madre, Romelia Martínez, dijo a los investigadores que alcanzó a escuchar un gorgoteo proveniente del baño de la casa, pero cuando intentó entrar la puerta estaba cerrada, por lo que procedió a llamar al número de emergencias 911. El hospital determinó que el niño tenía quemaduras en más del 15 % de su cuerpo. Una canallada en toda su máxima expresión.

Terrorífico. La esposa indicó que cuando finalmente logró abrir la puerta vio a Pablo vertiendo agua fría sobre el niño e intentando practicarle “la resucitación cardiopulmonar”. En el hospital al que enviaron al menor y donde fue declarado muerto se determinó que el niño tenía quemaduras en más del 15 % de su cuerpo, incluidos los antebrazos, los codos y la cabeza. Cuando los agentes preguntaron en un primer momento a Martínez sobre lo sucedido éste les dijo que no lo entenderían porque “no tenían la mentalidad o la creencia correctas”.

Mata a su hijo al hacerle tragar agua hirviendo en un exorcismo