Perros encerrados en coches: ¿cuánto tardan en morir por golpe de calor?
Ofrecemos datos sobre este descuido de trágicas consecuencias
Ya este medio ha publicado algunos consejos a propósito de cómo viajar correctamente -cómo irnos de vacaciones- con nuestro perro, con nuestra adorable mascota. Recatamos el tema siempre notable del cuidado de los perros. Sobre todo en este tiempo estival: el calor también traiciona a nuestros amigos de cuatro patas. Sobre todo si cometemos la grave imprudencia de dejarlos encerrados en el coche durante un rato más o menos prolongado.
Hasta la presente no podemos decir que estemos atravesando un verano de temperaturas infernales. Pero todo puede llegar de un momento a otro. Y es que ya es sabido que en estos tiempos se pueden sufrir fortísimos golpes de calor. Por este motivo debemos estar alertas con nuestras mascotas. Y no dejar jamás el perro encerrado en el coche aparcado al sol.
Las consecuencias pueden ser trágicas. Muy trágicas. Así nos lo explican los especialistas de la ONG británica RPSCA (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals), “los perros corren serio riesgo de sufrir un ataque al corazón cuando su temperatura corporal supera los 41º C. Y se estima que el 50% de ellos no sobreviven al mismo”. Un dato estremecedor.
Además hay que tener en cuenta que cuando la temperatura exterior es de 22º, el interior del coche puede calentarse hasta los 47 en tan solo una hora. Momento a partir del cual el perro está en peligro de muerte. A veces se hacen oídos sordos a esta advertencia. Los más afectados suelen ser los ejemplares más grandes, los que tienen mucho pelo en el cuerpo, y los que pertenecen a razas como los bulldogs. A diferencia de los humanos, estos animales no tienen la capacidad de sudar, y eso dificulta las posibilidades de regular su temperatura corporal.
A menudo somos desaprensivos con nuestras mascotas, con nuestros queridos perros. Según la RPSCA, los perros pueden tardar entre diez y quince minutos en morir en cuanto sufren un golpe de calor. Y, en ocasiones, ni siquiera un rescate de última hora, logra revertir sus efectos. Aviso a navegantes.
