viernes. 29.03.2024

Rascarse el ojo durante un largo rato puede provocar un queratocono ocular

El queratocono es una enfermedad progresiva de la córnea, donde se produce un adelgazamiento progresivo de su espesor, así como modificación de su curvatura

Aunque la evolución de las enfermedades depende de cada paciente, el queratocono ocular, una alteración en los ojos poco frecuente, suele aparecer en la edad adolescente, a través de un aumento súbito de la miopía o del astigmatismo, y suele progresar más rápidamente en estas edades, que en la época adulta.

El doctor Francisco Pastor Pascual, oftalmólogo de Oftalvist, la red de clínicas oftalmológicas del Grupo Hospitalario HLA, explica en una entrevista con Infosalus que el queratocono consiste en una enfermedad progresiva de la córnea, la capa transparente más externa del ojo, por la que se va produciendo un adelgazamiento progresivo de su espesor, así como modificación de su curvatura.

"La forma esférica de la córnea cambia por una cónica. Como consecuencia, se origina astigmatismo corneal irregular, así como un aumento de la miopía, que hace que las imágenes se distorsionen. Puede llegar a afectar la visión de forma considerable", advierte el oftalmólogo.

Según asegura, a día de hoy se desconoce la causa exacta que lo produce, aunque hay muchos factores predisponentes y teorías sobre su origen. "Tiene un componente genético y una predisposición hereditaria. Un porcentaje de pacientes con queratocono tiene familiares afectados. Puede ser de herencia directa, o de transmisión más esporádica. Por este motivo, es importante que los familiares de primer grado se realicen una revisión ocular ante el diagnóstico inicial de queratocono", mantiene el experto de Oftalvist.

A su vez, recuerda que esta alteración ocular se ha relacionado también con el rascado de los ojos, ya sea de forma consciente o inconsciente. "Está comprobado que hacerlo durante un periodo prolongado puede desencadenar en queratocono", alerta.

Otra causa de esta patología son las alergias, especialmente las de tipo ocular, ya que el picor suele inducir el frotamiento de los ojos. Por ello, es muy importante preguntar a los pacientes o a sus familiares si aquellos se frotan y por qué lo hacen, así como iniciar un tratamiento para la alergia ocular en caso de que ésta exista, aparte de cesar totalmente cualquier tipo de frotamiento ocular, ya que éste hará progresar la enfermedad, según defiende el doctor Pastor Pascual.

Igualmente, entre sus posibles causas el oftalmólogo sostiene que también puede ser consecuencia de pequeños traumatismos persistentes en el ojo, o de usar lentes de contacto mal adaptadas.

"Otras teorías señalan la influencia de un factor hormonal", añade, a la vez que señala que no se trata de una enfermedad relativamente frecuente, siendo su incidencia anual de 1 a 4,6 por cada 2.000 habitantes y su prevalencia de 54,5 por cada 100.000 (0,05%).

En este punto, reseña también que afecta a todos los grupos étnicos sin diferencia de sexo, aunque parece afectar un poco más a los hombres que a las mujeres.

"Generalmente, se inicia alrededor de la pubertad, y la adolescencia es la edad de diagnóstico más frecuente. Puede estacionarse o bien evolucionar lentamente. A veces, el queratocono aparece a edades más avanzadas y, en este caso, no es habitual que degenere tanto", mantiene el experto.

Detectarlo a tiempo

Así, el oftalmólogo sostiene que el queratocono generalmente aparece en la adolescencia, provocando un aumento rápido de la miopía y del astigmatismo, y presentando así una disminución progresiva de la visión sin gafas.

"En estadios iniciales, el queratocono se presenta únicamente con aumento de la visión borrosa o disminución de la agudeza visual, sin otros síntomas asociados. En estos casos, se suele diagnosticar en una revisión general, especialmente en aquellas situaciones en las que hay un aumento súbito de la miopía o astigmatismo o también puede sospecharse en pacientes jóvenes que experimentan cambios repetidos en su graduación de forma frecuente", describe el oftalmólogo.

El paciente también puede experimentar deslumbramientos, sensibilidad a la luz e irritación. Incluso una visión doble o de halos, dolor o fotofobia, según agrega el miembro de Oftalvist.

Otro de los síntomas del queratocono es que el paciente suele tener una visión distorsionada de las imágenes, que puede afectar a un ojo, o a los dos, debido a que es frecuente que la enfermedad se desarrolle de forma asimétrica, según mantiene.

"Cuanto más avanzada esté la ectasia, ese adelgazamiento o degeneración de la córnea asociada al queratocono, más posibilidad habrá de que esta afecte a los dos ojos. Con el paso del tiempo, es habitual que la córnea vaya perdiendo grosor, y se deforme poco a poco, provocando astigmatismos cada vez más elevados e irregulares que, raramente, podrán ser corregidos con gafas o lentes de contacto", avisa el doctor Pastor.

Para el diagnóstico es necesario realizar un estudio con una topografía corneal, un aparato que muestra las elevaciones a nivel microscópico de la córnea, "de la misma manera que en un mapa en el que se muestran montañas y valles", detalla.

A veces, según indica, es el propio óptico el que detecta una diferencia importante de la graduación y refiere al paciente al especialista para un estudio exhaustivo. Otras veces, dice que se diagnostica cuando un paciente con queratocono acude porque está interesado en cirugía refractiva para quitarse las gafas y se detecta la enfermedad al realizar la topografía. En estos casos, la cirugía refractiva corneal con láser está totalmente contraindicada.

Tratamiento y pronóstico

Sobre los posibles tratamientos, el especialista de Oftalvisto indica que existen distintos tratamientos, según el grado de la enfermedad, la edad del paciente y la presencia o no de progresión de la enfermedad.

"En casos leves o incipientes se puede conseguir buena visión corrigiendo el defecto refractivo con gafas o lentes de contacto. En casos más avanzados, en cambio, son necesarias lentes de contacto rígidas para corregir el astigmatismo. Su uso permitirá buena visión, ya que en esta fase las gafas no aportan agudeza visual", agrega.

En casos en que las lentes de contacto no son toleradas, o no aportan agudeza visual, el tratamiento es quirúrgico con anillos o segmentos intracorneales, según precisa, unos implantes de plástico que se colocan en el interior del espesor corneal y cuyo objetivo es regularizar la curvatura corneal y disminuir el astigmatismo.

La cirugía puede ser manual o con láser de femtosegundo, que proporciona precisión y exactitud, mejorando los resultados postoperatorios.

Si se constata una progresión de la enfermedad, especialmente en gente joven con buena visión, el doctor Pastor resalta que se puede realizar un tratamiento con luz ultravioleta y vitamina B12 en gotas (cross-linking), que aportará rigidez a la córnea, impidiendo que ésta se siga deformando, deteniendo su progresión, y manteniendo la agudeza visual.

"Cuando la patología está muy avanzada, con una deformidad elevada, presencia de cicatrices, el tratamiento es el trasplante de córnea. Actualmente, puede realizarse reemplazando capas afectadas y conservando el tejido sano (queratoplastia lamelar anterior profunda) o bien si no hay más remedio de toda la córnea (queratoplastia penetrante)", sentencia el doctor Francisco Pastor Pascual, oftalmólogo de Oftalvist, la red de clínicas oftalmológicas del Grupo Hospitalario HLA.

Rascarse el ojo durante un largo rato puede provocar un queratocono ocular