jueves. 18.04.2024

Se corta el pene, lo deja en casa y se va andando

El hombre estaba bajo la influencia del alcohol y dejó un reguero de sangre tras sí

La noticia da escalofrío. De puro leerla. Un hombre de 33 años, un británico residente en Zaragoza, permanece ingresado en el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa después de sufrir la amputación de su pene. Cabe constatar que fue socorrido por agentes de la Policía Local que se acercaron a él al verle lleno de sangre. Una escena aparatosa. Cuando le preguntaron, les explicó que él mismo se había cortado el miembro. Sin anestesia.

Espeluznante. Los hechos, que se han conocido ahora, ocurrieron sin embargo el viernes por la tarde en una céntrica zona de Zaragoza, donde enlazan la Gran Vía y el Paseo Fernando el Católico. Los agentes se acercaron con toda normalidad a interesarse por el hombre y fue en ese momento cuando éste les explicó que poco antes se había seccionado el pene en casa. No dudó en confesarse. De inmediato llamaron a una ambulancia para que se hiciera cargo del herido, dada la gravedad de las lesiones que presentaba y la severa hemorragia que estaba sufriendo. Una hemorragia peligrosa.

Más datos: el hombre afirmó, sin variar su versión, que la amputación se la había ocasionado él mismo, pero las fuerzas de seguridad no se ha conformado con la versión que ha dado este vecino de Zaragoza, de modo que se han abierto diligencias para aclarar las circunstancias de lo ocurrido. En cualquier caso, las explicaciones del hombre sí que fueron certeras respecto a dónde había quedado su miembro viril, porque la Policía dio con el pene y lo llevó al hospital. Sinceridad al cabo.

¿Contextualización de lo hechos? Poco más ha trascendido del caso hasta el momento. Lla investigación sigue abierta (de ella se encarga la Policía Judicial). Ell joven arrastraba problemas psiquiátricos y, cuando fue socorrido tras seccionarse el pene, estaba bajo la influencia del alcohol. También se ha indicado que se le logró reimplantar el miembro. Algo es algo.

El hombre vive en Zaragoza en un piso compartido. Cuando se produjo la amputación del pene había otras personas en la vivienda, pero el herido se fue de casa. Dejó un considerable reguero de sangre allí por donde pasó, lo que hizo que se disparar la alarma entre quienes se cruzaron con él o quienes se toparon con el rastro que había dejado a su paso. ¿Para salir corriendo?

Se corta el pene, lo deja en casa y se va andando