El carnaval de Cádiz levanta pasiones incluso allende las fronteras de la Tacita de Plata. Se trata de una fiesta que en puridad genera un caudal creativo de arte mayor. De arte con letras mayúsculas. De arte que más quisieran para sí buena parte de los más cimeros artistas internacionales del mundo de la música, la letra, la composición y, como diría Francisco Umbral, por ahí seguido. Llega José Guerrero Roldán, más conocido como el ‘Yuyu’ de Cádiz, con Yuyutube.
El talento que evidencian los autores no tiene prácticamente parangón con otra manifestación semejante por metros cuadrados de una misma localidad. El carnaval de Cádiz además ha permutado el club de los seguidores por un fenómeno fans que de todas a todas está más que justificado. La calidad tanto compositiva como interpretativa se mueve entre el acecho del dios Momo y el gracejo redivivo de la tía Norica.
Héroes y referentes
Los autores son héroes y referentes de millones no sólo de andaluces sino de españoles de cualquier rincón de la nación pese a que ahora la fiesta acumule dos febreros desérticos de coplas, que es algo así como una parada en seco sobre un concurso antaño imparable ante acechanzas históricas como la de la Guerra del Golfo el mismo Golpe de Estado del año 1981. Lo que no paró acontecimientos tan delicados como los mentados sí ha podido hacerlo el maldito virus, que es como la culpita del parné de la celebérrima copla.
Sin embargo ni hay quinto nefasto ni mal que cien años dure. Dios aprieta pero no ahoga. Y en este sentido la casualidad o la causalidad -según se mire- de la Era Digital en la que andamos inmersos ha procurado y ha propiciado que al menos a través de las pantallas planas de las tablets y los dispositivos móviles o los ordenadores portátiles los aficionados al carnaval hayan podido no ya escuchar todo tipo de repertorios de cualquier agrupación -el Santo Youtube obra milagros-, que también, sino que los propios protagonistas de esta tradición cantada hayan querido interconectarse entre ellos mismos -inclusive durante la durísima etapa del confinamiento- para hacer posible programas de conexión telemática cuya variedad ha sido muy del gusto del respetable público.
Nada en balde
Nada ha sido en balde. Nada lo es cuando de coplas de carnaval se trata. Han abundado los programas de entrevistas, de tertulia coral a cuatro o cinco bandas, con pantallas partidas, cada cual desde su propio domicilio. Algunas emisiones han sumado miles de reproducciones. La calidad es una latente en el mundo del carnaval, sobre todo si sus protagonistas más activos alzan la voz en forma de opinión, de pensamiento, de propuesta, de reivindicación. De tributo o de rebeldía. Es cuestión de riqueza, de enriquecimiento, de transmisión de cultura.
De ahí que José Guerrero Roldán ‘Yuyu’ se haya incorporado, para bien de todos sus seguidores en particular y del carnaval de Cádiz en general, a la propuesta digital con canal propio. Lleva poco tiempo pero cosechando un éxito arrollador. El Yuyu es el Yuyu y aunque “hace ya bastante que no sale” principalmente por su quehacer profesional como locutor de radio en Sevilla y asimismo por su también dedicación a la familia (es padre de dos niños, más uno que viene en camino), su estilo sigue acaparando la atención de todo quisque. En estos años de ausencia sobre las tablas del Falla está ganando consecutivamente el primer premio del concurso de su éxito laboral y familiar. Y olé.
Diferentes líneas temáticas
Sí es cierto también que acaba de abrir su canal en YouTube llamado Yuyutube. A través del mismo está subiendo vídeos y programas de verás interesantes. Tiene abierto en el mismo diferentes líneas temáticas. Por un lado el del género de la entrevista -desde un coqueto estudio de su propio domicilio conecta con personalidades del mundo del carnaval para entrevistarlos a fondo: es el caso, por ejemplo, de Vera Luque, Javi Bohórquez, El Sheriff -Juan Manuel Braza Benítez-, Antonio Martínez Ares, Manolo Morera y Carlos Meni, Juanma Canseco y José Manuel Sánchez Reyes o Luis Lara.
Igualmente vídeos cotidianos, de corte doméstico, donde dialoga con su mujer -su Mariquilla- bien de carnaval, de la vida familiar o las graciosísimas catas infernales. O las reflexiones del día. O el encuentro virtual con los seguidores con programas monográficos sobre asuntos tan esenciales como los derechos de autor o sobre la creación y composición de un chirigota. Muy recomendable esta iniciativa que tanto contento y furor está suscitando entre los aficionados de aquí y de allá de la gran fiesta por antonomasia de la trimilenaria ciudad de Cádiz.
