A nadie se el escapa que los bares de Andalucía además de ser lugar de encuentro son el lugar perfecto para probar ese tesoro de nuestra gastronomía que son “las tapas”, un auténtico lujo del que disfrutan lugareños y visitantes.
En este sentido recordar para los no iniciados que las tapas son raciones pequeñas de cualquier variedad culinaria; como dejar de probar unos boquerones adobados en el centro de Sevilla, unos chicharrones en Cádiz o unas gambas blancas en Huelva.
Seguramente si alguna vez has visitado Andalucía, al leer el título de este artículo ya habrá vuelto a tu memoria el ambiente que se vive en nuestros bares y podrás intuir lo que te voy a contar. O lo mismo no y te llevas alguna sorpresa.
5 costumbres de los bares de Andalucía que te dejarán con la boca abierta
Sin embargo si nunca has disfrutado de nuestros lugares de reunión por excelencia hay algunos detalles que debes tener en cuenta. Unos te parecerán normales e incluso compartidos con otros lugares, pero otros son realmente singulares.
Es por ello que te contamos 5 costumbres muy autóctonas, muy propias de los bares de este rincón. Algunas te sorprenderán e incluso te dejarán con la boca abierta porque constituyen señas de identidad de la gente de este rincón.
Una tiza en la oreja en una taberna
La primera vez que entres en un bar en Andalucía, sobre todo si se trata de una antigua taberna o bar con bastante solera, te sorprenderá ver que el camarero porta en una de sus orejas una tiza.
No es que haya vuelto a la escuela, no es que esté esperando salir para jugar a la rayuela, es el instrumento perfecto para anotar “la cuenta” sobre el mostrador. A medida que vayas consumiendo el camarero anotará, con una agilidad inaudita al sumar, la cuenta de los vinitos, cervezas o tapas que vayas consumiendo.
Camareros cantarines
Otra de las habilidades de los camareros en los bares de Andalucía es su memoria y rapidez a la hora de enumerar las tapas y delicatessen de las que dispone el local.
No será raro que necesites oír el listado más de una vez, la rapidez de su lengua es mayor que la de nuestra memoria para elegir.
Sin esperar turno para pedir
No esperamos el turno para pedir. Generalmente en los bares de Andalucía, la mayoría de los clientes nos acomodamos en la barra. No es raro encontrar en los bares andaluces dos o tres filas de clientes que piden “todos a la vez” lo que les apetece.
Esto te resultará de muy mala educación y seguramente lo sea, pero la sincronización entre camareros y clientes hace que las comandas fluyan con agilidad y sin ningún enfado de por medio.
El ruido
El ruido, otra característica de nuestros bares es el ruido, es verdad tenemos que reconocerlo, los andaluces somos ruidosos, bueno, realmente más que ruidosos somos expresivos. Gesticulamos, hablamos con pasión y nos gusta arreglar el mundo en las barras de los bares.
Punto de encuentro perfecto
Quizás todas estas cosas al contrario de atraerte a probar alguno de nuestros bares te estén quitando las ganas, pero sería un error por tu parte. Los bares de Andalucía son el punto de encuentro perfecto para conocernos, para disfrutar lo más auténtico de nuestros pueblos y ciudades y como no de nuestra gastronomía.
Pero sobre todo sobre todo, nunca te sentirás solo, los andaluces siempre tendremos algún comentario que hacer ya sea sobre el tiempo, las noticias, la prensa, o sobre la vida que te hará sentirte como en casa, porque si hay algo que no nos asuste es hablar con desconocidos.
