Tarde de miércoles en las instalaciones deportivas Manuel Millán de Jerez de la Frontera. Algunas rachas de poniente camuflan un calor cuasi veraniego a falta de unas semanas para que entre el estío. Bajo el frescor de unos arboles, un grupo de padres celebra con una merienda el final de temporada del equipo de fútbol de sus hijas, mientras estas, en un campo aledaño, mantienen un encuentro amistoso con otro equipo rival.
El La Salle Jerez Féminas Alevín ha superado su primera temporada de vida. Los resultados deportivos no han acompañado, han perdido todos los partidos que han jugado, pero sus 15 jugadoras, con edades de entre 8 y 11 años ahí estaban, celebrándolo con una gran sonrisa en la cara y con unas nuevas amigas de las que ya nunca se van a separar.
Y sus padres, ídem, un grupo de adultos que apenas antes se conocían, compartían viandas, risas y anécdotas tras unos meses recorriendo con sus pequeñas los campos de juego de la provincia de Cádiz. Quizás ese es el gran valor que aporta la práctica de deporte en equipo. No ha sido un año bueno deportivamente hablando, pero en todo lo demás, ha sido fantástico.
Equipo de fútbol femenino
La idea de crear un equipo de fútbol femenino y de categoría alevín dentro del Club Deportivo La Salle Jerez sale del presidente de la entidad, José Antonio Romero, con motivo del 10º Aniversario del Club, apunta su director deportivo, Miguel Ángel Pérez.
Tras los primeros malos resultados en los partidos iniciales, todos temieron que ello produjera desmotivación y posterior abandono, pero no ha sido así. “Se sentían contentas tras terminar los partidos y han conformado una profunda amistad entre todas. “Estoy seguro que la experiencia vivida de perder todos los partidos jugados les servirá para afrontar la próxima temporada con otra motivación”, matiza Pérez.
Igualmente, Miguel Ángel Pérez destaca que, pese a que los resultados no han acompañado, todas han sido constantes y no se han perdido un solo entrenamiento, ni han fallado una sola vez a los partidos, incluyendo desplazamientos largos a Algeciras, Tarifa, Conil o Chiclana, pues el grupo de féminas alevín de toda la provincia es pequeño y hay que ir jugar a todos los sitios donde hay equipos. “Los malos resultados no ha afectado a su moral. Todos creíamos que cuando empezaran a perder se perdería el equipo, pero han perdido partidos por 10-0 y no ha habido problema alguno”, remarca el técnico, que se muestra muy seguro de que para la próxima temporada mejorarán con creces sus resultados: “estarán mucho más motivadas y realizarán una mucho mejor temporada, seguro. No van a quedar a cero puntos, por lo menos de mitad de tabla hacia arriba”.
Experiencia enriquecedora
Úrsula Reina es la entrenadora de las 15 jugadoras del CD La Salle Jerez Féminas Alevín Para ella, ha sido una “experiencia: enriquecedora. Las niñas demuestran muchas ganas, independientemente de ganar o perder, lo que quieren es jugar”.
Úrsula lleva federada desde los 14 y también ha ejercido como entrenadora. Le encanta el fútbol y una vez retirada, quiere aprovechar su experiencia entrenando. Llegó al La Salle Jerez Féminas Alevín a través de un anuncio que su hermano vio en Facebook. En su primera toma de contacto las puso a entrenar y se produjeron todo tipo de respuestas. Recuerdo que, al principio, les costaba adquirir disciplina, pero a medida que iban entrenando adquirían más disciplina incluso que los niños.
La entrenadora considera que esta temporada ha sido una toma de contacto donde “hay que saber ganar y saber perder, ya saben perder, ahora sólo les queda saber ganar”. Su respuesta a la parte negativa: un poco de psicología y buena concordancia con los padres y el cuerpo técnico. “Al principio de cada pérdida, se sentían un poco tristes, pero pronto se animaban con una Coca-cola, un zumo o un dulce”. Está segura que para la temporada que viene hay mejores perspectivas, “pues ya no es sólo divertirse, ya es competir”.
En primera persona
Sólo una de las 15 jugadoras del CD La Salle Jerez Féminas Alevín había jugado al fútbol de forma federada, para el resto ha sido su primera toma de contacto. Alicia Trujillo es la capitana y no duda en calificar este primer año como “una experiencia inolvidable”.
Siempre le ha gustado el fútbol. Destaca especialmente todas las nuevas amigas que ha hecho y confía para el año que viene hacerlo “lo mejor posible y ganar”. Manuela Santiago sólo había jugado al fútbol “en la plazoleta de mi barrio”. También destaca todas las amigas nuevas que ha hecho y poder jugar con su hermana. Se muestra confiada en que el año que viene ganarán algún partido.
Casi una familia
La pertenencia al equipo ha creado un importante vínculo de amistad entre sus 15 componentes, pero este vínculo se ha extendido también a los padres, algo a lo que Marta Julbes, una de las madres del equipo, se refirió a ello: “hemos conformado una peña muy graciosa que va junta a todos los partidos”.
Relata que su hija se llevó un año pidiéndole poder jugar, “pensaba que se iba a cansar, pero sorpresivamente han hecho equipo y, sobre todo, mucha amistad, se quieren mucho y sólo quieren estar juntas. Terminan de entrenar y no se van hasta dos horas después”.
Para Marta, la experiencia “ha sido muy bonita, es la primera vez que (casi)todas jugaban al fútbol. Le han puesto muchísimo esfuerzo e ilusión y siempre terminaban contentas pese a los resultados”.
La conclusión de toda esta historia parece que está muy clara, y es que los valores que inculca el deporte en las personas superan a los logros y los resultados. Estas 15 chicas se han encontrado con nuevas amigas de las que ya no se pueden separar, y ello se ha extendido a sus padres que las han acompañado en todos sus desplazamientos y han hecho piña, valores por encima de los resultados… aunque para el año que viene prometer dar mucha más guerra.
Habrá más temporadas, llegarán las victorias, incluso con el tiempo alguna ganará títulos, pero la ilusión y el espíritu deportivo que ha demostrado este equipo durante esta temporada nunca se repetirá.