Una de esas sentencias que abren debate y generan todo tipo de comentarios. El delito se cometió en Cádiz y el autor fue un hombre que robó 150 euros en una pescadería. Ahora, según la condena, le espera una buena temporada en la cárcel.
Según la información que ha trascendido, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la condena de tres años y medio de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Cádiz para un hombre por un robo con fuerza de madrugada en una pescadería de la capital gaditana de la que sustrajo 150 euros.
En primera instancia, la Audiencia Provincial condenó al acusado como autor criminalmente responsable de un delito de robo con fuerza en las cosas en establecimiento abierto al público fuera de las horas de apertura. En los hechos probados aparecen diferentes condenas y cumplimientos de penas anteriores del acusado por diversos delitos de robo con violencia.
Roba 150 euros en una pescadería de Cádiz
Todo ocurrió el 27 de agosto de 2021, cuando el acusado, tras forzar la cerradura de la puerta corredera de acceso al establecimiento, accedió al interior y se apoderó de 150 euros en efectivo que estaban depositados en un compartimento del mostrador, marchándose con rapidez.
Tras establecerse la pena, la defensa presentó recurso ante el TSJA, sin embargo el TSJA recuerda que el tribunal de instancia llegó a la conclusión de que el acusado "era, sin lugar a dudas, el autor del delito, atendiendo para ello a la prueba documental videográfica obrante en las actuaciones".
Desde la defensa se solicitaba que se comprobara si el contenido de la grabación de la cámara de seguridad "es o no suficiente para poder llegar a la conclusión que alcanzó la Audiencia, teniendo en cuenta su escasa duración --unos 20 segundos--, la escasa visibilidad del rostro del autor, que aparece de perfil, y la inexistencia de rasgos físicos coincidentes".
Finalmente, hay que añadir que el TSJA ha señalado en su sentencia que atendiendo a la petición del recurrente se ha procedido al examen del vídeo, en el que "aún durante escasos segundos se puede ver el rostro del ladrón, además de su cuerpo, sin que el objeto con el que trataba de ocultar su rostro impidiera verlo".
