Un hombre de 41 años de edad ha sido detenido por agentes de la Policía Nacional en El Puerto de Santa María como presunto autor de un delito contra la salud pública. Utilizaba su propia vivienda, ubicada en el centro de la ciudad, para la venta de droga, valiéndose de algunos de sus compradores, a los que les tenía encomendada la misión de vigilar la zona y alertar de la presencia policial.
Gracias a las vigilancias realizadas de forma discreta, el detenido fue interceptado en las inmediaciones de su domicilio cuando portaba una bandolera en cuyo interior transportaba 230 gramos de cocaína base.
La investigación se inició tras obtener información al realizar varias vigilancias en la zona centro de la ciudad, donde se observó cómo, en un domicilio particular, había un gran trasiego de personas que entraban y salían de la vivienda tras un corto espacio de tiempo, sospechando que se trataba de un punto de venta de droga.
Así, tras varias vigilancias por parte de los agentes en distintas franjas horarias y distintos días de la semana, comprobaron cómo numerosas personas entraban y salían de la referida vivienda con celeridad, por lo que se procedió a realizar cacheos superficiales a varias de estas personas, que portaban sustancias estupefacientes distribuidas en pequeños paquetes de plástico (papelinas), siendo propuestas para sanción por infracción a la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana 4/2015.
Transacción en plena calle
Además, los investigadores observaron que las transacciones eran realizadas por el encartado en plena vía pública, aprovechando el trasiego de personas en las inmediaciones de su vivienda, o desplazándose a otro lugar con su motocicleta tras pactar la venta con un posible comprador.
Fruto de las gestiones realizadas, los agentes descubrieron que el investigado se servía de la ayuda de terceras personas (compradores) para alertar de la posible presencia policial en las proximidades.
En este sentido, en una de las vigilancias, el investigado fue interceptado en los aledaños de su vivienda a bordo de una motocicleta y, tras darle los policías actuantes el alto, emprendió la huida arremetiendo contra todo lo que se encontraba a su alrededor, intentando huir a pie y siendo interceptado por los policías en ese momento. El autor portaba una bandolera en la cual los agentes encontraron la cantidad de 230 gramos de cocaína en roca.
En este punto, los policías solicitaron a la Autoridad Judicial la entrada y registro del domicilio del detenido y, una vez en el interior de la casa, intervinieron dinero en efectivo, ocho kilos de plantas marihuana en la azotea de la vivienda, 100 gramos de hachís y diversos utensilios para su distribución y posterior venta.
