
Con la talla del Crucificado erguida sobre las andas que estrenara el Cristo de Montserrat en su Vía Crucis de 2019, el cortejo salía poco antes de las 17:00 horas desde la Parroquia de Omnium Sanctorum, en pleno corazón de la calle Feria.

Tarde con luz primaveral, aunque de baja temperatura conforme la Cruz de Guía de la cofradía del Martes Santo se iba acercando al templo catedralicio. Eso sí, lunes de "puente" previo al festivo del Día de Andalucía, que ha propiciado la presencia de numeroso público durante todo el recorrido.
Vía-Crucis de Cuaresma en Sevilla
El Vía Crucis de 2023 se ha aplicado especialmente por los frutos del Plan Pastoral Diocesano 2022/27, como ha detallado el Consejo de Cofradías. El lema elegido forma parte del referido cartel: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierda su alma?", una pregunta que Jesús hace a sus discípulos y que recoge el Evangelio de San Lucas.

Un Vía Crucis que cuenta con cartel propio, que reproduce una fotografía en blanco y negro -obra de José Antonio Zamora- con un primer plano del crucificado. Esta imagen se ha distribuido los últimos días por el barrio invitando a los vecinos a revestir con colgaduras su balcones para el acto piadoso.
El recorrido de ida discurrió por Feria, Montesión, San Juan de la Palma, Pozo Santo, Plaza de la Encarnación, Laraña, Cuna, Plaza del Salvador, Entrecárceles, Plaza de San Francisco, Hernando Colón, Alemanes, Cardenal Amigo Vallejo, Plaza Virgen de los Reyes y entrada de las andas en la Catedral por la Puerta de los Palos.

Y la vuelta fue por Plaza Virgen de los Reyes, Cardenal Amigo Vallejo, Cuesta del Bacalao, Placentines, Francos, Chapineros, Álvarez Quintero, Plaza del Salvador, Cuna, Plaza de Villasís, Orfila, Daoiz, Plaza de San Andrés, Cervantes, Plaza de San Martín, Conde de Torrejón, Feria, Palacios Malaver, Cruz Verde, Feria y entrada en Ómnium Sanctórum a las 00:30.
Imagen del Cristo de las Almas
La imagen del Santísimo Cristo de las Almas es obra del imaginero José Luis Pires Azcárraga. Fue bendecida en 1947 y procesionó por primera vez el Martes Santo de 1957. La talla está labrada en madera de pino de Flandes y tiene una altura de 168 centímetros. La imagen representa a Cristo muerto, con la cabeza reclinada sobre el lado derecho.

De este modo, ha sido la sexta imagen del Martes Santo en presidir esta esperada cita del primer lunes de la Cuaresma sevillana tras el Cristo de las Misericordias de Santa Cruz (1976), Cristo de la Sangre de San Benito (1991), Señor de la Salud y Buen Viaje de San Esteban (2000 y 2013), Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes (2003) y Señor de la Salud de La Candelaria (2012).