A la hora de hablar de Andalucía y de todos los territorios que la componen, sin duda, lo primero que se nos viene a la cabeza es su rica gastronomía. A esta la componen unos platos que, además de ser un auténtico regalo para tu paladar, son tan únicos que no los podrás encontrar en ningún otro sitio. Si nos fijamos en el caso de Córdoba, uno de los más tradicionales es la salmorejo. Prepárate para enamorarte de este clásico andaluz con la receta que desde el MIRA te vamos a enseñar.
En el supuesto de que seas un amante de la comida de siempre, este artículo te va a encantar. Da igual si no te gusta cocinar, cuando descubras lo sencillo que es preparar este plato tan típico de Córdoba y lo bueno que está, irás corriendo a por la sartén y te pondrás manos a la obra. Busca papel y boli y no te olvides de apuntar ningún detalle del proceso, porque cualquier aspecto, por pequeño que sea, influye en el resultado final de esta receta.
El salmorejo de Córdoba
Todo cordobés que se precie, así como cualquier visitante que pise este territorio, tiene que poder presumir de haber probado una vez en su vida, como mínimo, el plato que, por excelencia, caracteriza a la provincia de Córdoba. No puede ser otro que el salmorejo.
Es cierto que lo podrás probar en muchos de los bares de la zona e, incluso, en una muy buena parte de los que están en otras provincias andaluzas, pero siempre es bueno que sepas prepararlo por ti mismo por si alguna vez tienes que quitarte algún antojo. No te preocupes por nada, esta receta es muy fácil de hacer aunque no tengas muchos conocimientos culinarios.
Estos son los ingredientes necesarios para el salmorejo cordobés
Para hacer un plato de salmorejo para, aproximadamente, unas seis personas, vas a necesitar los siguientes ingredientes y sus respectivas cantidades:
- 1 kg de tomate
- 200 g de pan de hogaza, preferiblemente de Telera cordobesa
- 100 g de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- 10 g de sal
Así se prepara el salmorejo de Córdoba
Lo primera que debes tener en cuenta es que el resultado será mejor si vas mezclando los ingredientes poco a poco. Empieza lavando los tomates, retira la parte verde y tritúralos. No hace falta que los peles ni que les quites las pepitas, todo irá triturado y pasado por un colador.
Coloca el pan en un recipiente y cúbrelo con el puré de tomate que has hecho previamente. Deja se que impregne durante unos 10 minutos. Después, incorpora el diente de ajo y tritura todo bien hasta tener una crema espesa. Ten en cuenta que la cantidad de pan puede variar dependiendo del agua que tengan los tomates.
Lo siguiente será añadir el aceite de oliva virgen extra, mejor si es de la zona de Córdoba. Esto le dará ese resultado cremoso y espeso que buscamos. Una vez están todos los ingredientes, vuelve a pasarlo por la batidora hasta que el aspecto sea uniforme y tenga ese color anaranjado que lo caracteriza.
Una vez está hecho, déjalo enfriar en el frigorífico y, por último, añade por encima taquitos de jamón y de huevo duro y disfruta de este delicioso manjar andaluz.
