jueves. 25.04.2024

A la luz de las buenas coplas

La sexta función de cuartos de final responde a las expectativas con varias agrupaciones punteras que respondieron a las expectativas

La sexta función de cuartos de final del COAC 2019 era una de las más esperadas del cartel por el buen elenco de agrupaciones que se daban cita sobre las tablas de la casa de los ladrillos coloraos.

Y noche de expectación en este caso no fue sinónimo de decepción, ya que la mayoría de los grupos a los que se les presuponía un nivel notable dieron la cara y demostraron que vienen con grandes aspiraciones en este certamen. Mucho mejor eso sí, la primera parte de la función que la segunda donde solo estuvo a la altura 'El Bizcocho'.

Abrió telón el coro de Nandi Migueles 'Ópera Cádiz'. Ya lo apuntaron en clasificatorias y lo han rematado. El coro ha subido mucho sus prestaciones y se va a quitar el mal sabor de boca que le dejó el año pasado 'El diablo se viste de coro'. Migueles en estado puro, con una música delicioso y unos tangos comprometidos y con mensaje. Vuelve a recordar al mejor autor de antes del parón.

'Los luceros' volvió a poner las cartas sobre la mesa. 'El Chapa' no se guarda nada o eso parece. En la presentación estuvieron especialmente sublimes con un Teatro que cayó rendido de forma inmediata a todo el poderío que el grupo demuestra en escena. Pasodobles marca de la casa, aunque quizás bajar unos decibelios las voces tampoco estaría nada mal. Pequeños fallos al final del popurrí les impidieron cerrar una actuación más redonda.

La chirigota de Manolo Santander 'La maldición de la lapa negra' volvió a enamorar a los defensores de ese estilo tan castizo y tan sometido a debates y revisiones en los últimos tiempos. Desde que formó tándem con Sánchez Reyes, todo sabe mucho a Cádiz, pero da la impresión que este año todavía un poco más. Y apareció un buen cuplé de chirigotas, que se están echando en falta y mucho en este Concurso. Se sitúan bien para la pelea final que se jugarán en semifinales.

Otro que parece haberse resarcido es Germán Rendón con 'Ozbdc'. Lo del año pasado creo que no acabo de convencerle ni al propio autor. En esta ocasión recupera un poco la alegría de 'La vida es bella' pero luego no deja títere con cabeza con unos pasodobles que siempre dibuja con la maestría de un autor consagrado. Alguno será su año. De momento, en este 2019 tiene toda la pinta de seguir subiendo un peldaño más.

'Los que vienen de etiqueta' cumplieron sin más en esta segunda fase del certamen. Chirigota de corte muy clásico, forma parte de ese pelotón de grupos a los que la competición no parece importarles mucho. De hecho, no presentaron precisamente un repertorio muy competitivo. Para el recuerdo el ingenioso cuplé, antes del popurrí con el que se despidieron hasta el próximo certamen. 

La comparsa de los niños mostró los mismos defectos y virtudes que en la fase clasificatoria. Muy bien cantada, en ese estilo tan añejo y que han sabido conservar desde que irrumpieran hace unos años en el Concurso. Sin embargo, adolece de profundidad en las letras este año. A cierta distancia de aquella apuesta que en 2018 consiguió superar por fin la barrera de los cuartos de final. Esta vez se antoja más complicado.

'El Bizcocho' y 'Jarabes de palo' demostraron que el autor de San José de la Rinconada comienza a manejar cada vez mejor los tiempos del Concurso. Tras una clasificatoria en la que tampoco brillaron mucho, en este segundo pase se vinieron arriba y comenzaron a competir. Pase más que notable que la convierte en una de las grandes tapadas del certamen. En su contra, como casi siempre, esa legión de incondicionales jaleosos del patio de butacas que acaban por perjudicarles.

La comparsa barbateña 'La sagrada familia' ponía el epílogo a la noche de coplas. Buen conjunto de voces el que ha logrado conjuntar para el año de reencuentro en el Gran Teatro Falla. No suele decepcionar nunca y nuevamente lo volvieron a demostrar justificando dignamente su presencia en esta fase. Lástima que no consiga alcanzar las prestaciones para meterse en la pelea. Pero que no falten nunca.

A la luz de las buenas coplas