viernes. 29.03.2024

¿Aún no has probado la leche frita al caramelo?

Proponemos una receta clásica recomendable para todos los públicos

No se trata exclusivamente de una receta de Semana Santa, aunque su elaboración se intensifique durante los días pasionales. Bien mirado, es un postre para degustar durante todo el año, al margen de referencias cofradieras. La leche frita al caramelo es una propuesta gastronómica para chuparse los dedos. Una exquisitez que gusta a propios y extraños. Una delicia para todos los públicos, para todas las edades, para todos los gustos.

Los ingredientes necesarios son los siguientes: hablamos para 6 personas, 16 unidades. Para la leche frita: 100-120 gr. de azúcar, 250 ml nata 35 % materia grasa, 250 ml leche entera, 1 huevo, 50 gr. Maicena, harina y huevo para rebozar. Para la salsa de caramelo salado: 100 gr. Azúcar, 100 gr. de nata 35 % materia grasa, 20 gr. Mantequilla, ¼ cucharadita sal gruesa. Ya tenemos todos los ingredientes al alcance de la mano…

Y, ahora, procedemos a la elaboración. Con una cucharada de agua y el azúcar hacemos un caramelo rubio, retiramos del fuego y dejamos entibiar. Repetimos: dejamos entibiar. Posteriormente añadimos la leche junto con la nata sobre el caramelo y ponemos a calentar, removemos de vez cuando para ayudar a disolver el caramelo. Mientras, y a su vez, batimos el huevo y desleímos la maicena en 100 ml de leche.

Continuamos. Una vez el caramelo esté totalmente deshecho, añadimos la maicena disuelta en la leche y el huevo. Continuamos calentando, a fuego medio bajo, y removiendo con varillas a menudo. La cosa va avanzando. Cuando la crema empiece a espesar, hay que batir enérgicamente con la varilla cuidando de que no se hagan grumos. Es muy fundamental evitar los grumos. Los perjudiciales grumos.

Cuando esté bastante espesa, sólo cuando esté lo suficientemente espesa, la retiramos del fuego y la volcamos sobre un recipiente engrasado con mantequilla o cubierto con papel film. Mientras la crema se enfría, preparamos la salsa. Ya todo debe estar orquestado. Con buena mano. Con buen tino.

Para ello, a tal fin, ponemos al fuego los 100 gr, de azúcar en un cazo a fuego medio, sin remover, y esperamos a que caramelice. Cuando el caramelo esté dorado, apartamos del fuego y con cuidado (ojo, precaución, puede salpicar) añadimos la nata, la mantequilla y la sal. Removemos hasta que la salsa quede ligada, y volvemos a ponerla a fuego medio-bajo unos minutos mas para que espese. Dejamos enfriar.

Un dato ilustrativo: si el caramelo se solidifica al añadir la nata, no pasa nada, removemos hasta disolverlo, entonces probablemente la salsa nos quedará más espesa, podemos añadirle un poco más de nata. Una vez la crema esté fría, la cortamos en porciones, que pasaremos por harina y huevo y después freiremos en aceite de girasol o de oliva suave hasta que tengan un bonito color dorado. Sacamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y por último las rebozamos en azúcar. Podemos servir tibio o frío, acompañado por la salsa de caramelo salado. ¡Y a disfrutar!

¿Aún no has probado la leche frita al caramelo?