viernes. 29.03.2024

Calle Pelayo, un claro exponente de maltrato al espacio urbano

Las construcciones recientes han alterado la hermosa visión que ofrecía esta calle del casco histórico

Antes que algún lector identifique la calle con la ex-alcaldesa de Jerez, hay que decir que no debe su nombre a la ilustre política jerezana, quien ha estado estos días de actualidad al no volver a encabezar la lista del Partido Popular a las próximas elecciones municipales, se trata de una calle con solera y con gran historia en la ciudad.

El historiador Agustín Muñoz nos señala en su libro sobre las calles y plazas de Xerez de la Frontera que fue el 19 de septiembre de 1859 cuando, a propuesta de la comisión respectiva, acordó el Ayuntamiento ponerle tan grato nombre, en memoria del insigne rey iniciador de nuestra Reconquista cristiana (D. Pelayo). Calle que baja desde Abades hacía el Arroyo y que ofrecía, hasta hace pocos años, una hermosa visión de la torre catedralicia, hasta tal punto que era uno de lugares preferidos por pintores y fotógrafos dado el bello encuadre que de ella se ofrecía desde su parte más alta.

Con la construcción de viviendas, promovidas por el Ayuntamiento, hace unos años esa visión se ha visto alterada hasta tal punto que hoy ni la torre puede contemplarse en su totalidad ni la calle mantiene ese sabor islámico que le caracterizaba.

Ahora que tanto se habla de la recuperación del casco histórico lo primero que habría que cuidar es no alterar la fisonomía original de sus calles y plazas. Múltiples ejemplos inundan nuestro casco antiguo de nuevos edificios donde la funcionalidad prevalece por encima de todo, nuevos edificios que redecoran las señas históricas de la ciudad haciendo perder la propia identidad de calles que, desde siglos, se han mantenido casi inalteradas.

Para el resurgir de ese Jerez de nuestros orígenes hay que preservar la riqueza cultural, artística y monumental que siempre tuvo. Un pasado patrimonial al que hay que respetar si queremos seguir potenciándolo e inyectándolo de vida antes que se nos muera del todo.

La calle Pelayo es un claro ejemplo de que no todo vale para recuperar espacios que son, o más bien han sido como en este caso, por su belleza e historia, patrimonio de todos los jerezanos.

Calle Pelayo, un claro exponente de maltrato al espacio urbano