
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha salido al paso tras la celebración de la Asamblea General Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) donde el presidente Luis Rubiales no ha presentado su dimisión, sino todo lo contrario, después del polémico beso con Jenni Hermoso durante la celebración del título de campeonas del mundo de la Selección femenina de fútbol de España.
A través de X (antes Twitter), Tebas ha publicado un largo mensaje en el que reconoce que "ha sido muy difícil explicar qué está pasando con Luis Rubiales durante estos años. Tengo la sensación de que mucha gente, hasta ahora, no comprendía lo que los integrantes de los estamentos del fútbol tenemos que vivir en el trato con él como presidente de la RFEF", comienza resaltando en el escrito.
Tras ello añade que "los gestos misóginos, las expresiones soeces, el desastre protocolario y los insultos de este último bochorno mundial, no son una sorpresa y tenían antecedentes obvios que deberían haber evitado una nueva víctima (la cual no debe estar en el foco)".
"El insulto, la chulería, el chantaje, la amenaza, el espionaje y la persecución, utilizando fraudulentamente los organismos federativos, las padecemos y hemos denunciado muchos: El fútbol profesional masculino y femenino, el fútbol sala, los clubes de fútbol amateur, las asociaciones de futbolistas, presidentes de territoriales, presidentas del Consejo Superior de Deportes, directoras de integridad, ministros, árbitros, jugadoras... La lista de mujeres y hombres agraviados por Luis Rubiales estos años es demasiado grande y esto debe parar", añade.
Debo reconocer que ha sido muy difícil explicar qué está pasando con Luis Rubiales durante estos años. Tengo la sensación de que mucha gente, hasta ahora, no comprendía lo que los integrantes de los estamentos del fútbol tenemos que vivir en el trato con él como presidente de la…
— Javier Tebas Medrano (@Tebasjavier) August 25, 2023
Daño causado por Luis Rubiales al fútbol español
Finalmente, Javier Tebas, presidente de LaLiga asegura que a Luis Rubiales "le interesa mentir y presentarme como un conspirador para parapetarse en una falsa equidistancia y salir del paso de sus escándalos y desmanes. Nada más lejos de la realidad. Aunque el truco burdo victimista le ha funcionado demasiadas veces, esta vez seguir intentándolo es simplemente ridículo, es imposible atribuir a ningún absurdo complot su comportamiento misógino y deleznable cuando el daño reputacional para todo el fútbol español ya es inevitable".