jueves. 25.04.2024
El equipo celebró en el vestuario la importante victoria ante el Celta de Vigo
El equipo celebró en el vestuario la importante victoria ante el Celta de Vigo

El entorno del Cádiz CF, medios y afición, recibió en forma de sorpresa el once titular del equipo en Vigo. Las ausencias de Álvaro Negredo o Álex Fernández, las dudas sobre el dibujo del equipo y la inclusión de Bastida o Víctor Chust son factores que no estaban en los pronósticos. Pero Álvaro Cervera tenía un plan que nadie pudo percibir con anterioridad. Y le funcionó a la perfección. 

El técnico necesitaba una victoria para ahuyentar fantasmas y hacer creer de nuevo a todos en su ideología futbolística. El crédito del míster en Cádiz es y debe ser inmenso, pero es cierto que, a veces, ni el mismo ha sido capaz de explicar su intención para este curso. El pasado viernes todas las dudas fueron despejadas y el Cádiz CF volvió a ganar como solo el Cádiz CF de Álvaro Cervera sabe hacerlo.

Plan de juego: frenar el potencial ofensivo del Celta

Si el Celta de Vigo es un equipo de ida y vuelta, el Cádiz debe ser un equipo de solo ida. O al menos eso era lo que creíamos. Consciente de las virtudes gallegas, Cervera confeccionó un equipo que se acoplara perfectamente a lo que él quería, pero que estuviera más que capacitado de competir si los locales inclinaban a su favor la balanza del control del ritmo del partido. 

Por lo tanto, además de adaptar un once según el estilo del rival, también fue capaz de anular al rival. Las claves básicas del partido estuvieron en la continua incomodidad sufrida por Renato Tapia, al que Fali mantuvo a raya, reducir al máximo las combinaciones del Celta de Vigo en zona de tres cuartos, tapar el juego exterior de los laterales celestes y alejar a Iago Aspas del área amarilla. 

Revolución en el once

Para ello, Cervera movió fichas. Apostó por la pareja de centrales formada por Víctor Chust y Haroyan, que cumplieron con nota en una prueba difícil. El armenio se mostró más seguro que en ocasiones anteriores y el canterano madridista demostró que puede ser titular. Contudente, bien en el juego aéreo y con inteligencia cuando tiene el balón en los pies. 

No fue la única zona del campo que tocó el técnico. Alineó un trivote en la medular conformado por Fali, Alarcón y Bastida, que debutaba como titular en Primera División. Fali fue el nexo de unión entre atacantes y defensas, anuló con su presión a Tapia y fue el comandante del equipo. Alarcón, que completó un partido de diez, hizo gala de la gran cantidad de recorrido que puede aportar, además de su capacidad total de recuperación de balón. Se comió a Solari y dio la asistencia al Choco en el primer gol. 

En la punta de ataque también hubo sorpresas. Cervera apostó por colocar al Choco en la banda izquierda y a Rubén Sobrino como jugador más adelantado. Fueron permutando sus posiciones según lo que requiriese el encuentro y fueron claves en la victoria.

El hondureño sufrió algo más en lo defensivo con las subidas de Hugo Mallo, pero lo subsanó y después fue diferencial ya que participó en los dos goles. Por su parte, Sobrino fue el primer defensor del equipo incomodando en todo momento la salida de balón gallega. Demostró que tiene una zancada como nadie, que trabaja como nadie y que este equipo "cerveriano" está hecho para él.

La revolución de Álvaro Cervera en el Cádiz CF: así planeó el técnico la victoria ante...