Sevilla FC y Valencia CF firmaron un trepidante empate (1-1) en un partido en el que a los de Nervión les faltó puntería y que terminaron salvados por un penalti parado por Bono a Gayá en el último minuto de descuento. Los de Jorge Sampaoli, que fueron creciendo poco a poco en el partido, y que merecieron más en el tramo final, empataron el tanto inicial de Cavani gracias al gol de Erik Lamela y la siguiente parada de Bono, pero no consiguen vencer en el Ramón Sánchez Pizjuán donde todavía no conocer la victoria en LaLiga Santander.
Como acostumbran todos los Sevilla - Valencia, el partido comenzó con intensidad, pero este también lo hizo con sorpresa en el marcador. Cavani (6'), que había sido duda hasta el último segundo, iba a poner por delante a los suyos con un cabezazo marca de la casa. El uruguayo aprovechó un gran centro de Foulquier para comenzar dando el campanazo en el Pizjuán.
Fue Rafa Mir el primero en poner a prueba a Mamardashvili con una potente volea desde fuera del área. A la salida del mismo córner, de nuevo el delantero, se sacó de la chistera un cabezazo que obligó al guardameta a hacer una de las paradas del campeonato.
Sin llegar a haber generado sensación de control sobre el juego, el Sevilla FC había tenido dos ocasiones claras consecutivas para poder empatar el partido. El Valencia también tuvo la propia a balón parado con un remate de Illaix que se marchó por muy poco.
Sampaoli sacrificó a Carmona antes del descanso
Lo mismo que le ocurrió a Samuel Lino, que después de un error garrafal en la salida de balón de Montiel, obligó a Bono a estirarse para sacar una mano salvadora para mantener vivo el partido a los 25 minutos.
Con el Sevilla pasando los peores minutos del partido, Sampaoli no iba a esperar al descanso y dio entrada a Jesús Navas (30') en sustitución del canterano José Ángel Carmona, que se llevó los aplausos del público pese a ser el sacrificado por el técnico argentino.
Pero el Valencia continuó siendo superior y volvió a encontrar el camino del gol con Samuel Lino, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego de Cavani en el inicio de la jugada. Eso sí, el uruguayo desnudó a Nianzou con un taconazo que dejó solo a Lino para definir.
Con la entrada de Navas, el Sevilla volcó su juego ofensivo por el costado del capitán, que no terminaba de estar del todo fino. Sus centros fueron lo más peligroso de un Sevilla que no terminaba de encontrar claridad en el ataque y que pudo haberse ido perdiendo por algún gol más si Illaix Moriba no envía a las nubes un balón claro dentro del área.
Sampaoli movió el banquillo al descanso
Sampaoli parecía no dar con la tecla y buscó al descanso dar un cambio al partido con nuevos cambios. Entraron Delaney y Erik Lamela en sustitución de Montiel y Acuña, que no cuajaron una buena primera mitad.
A los 10 minutos de la reanudación, el colegiado anuló un gol al Sevilla FC por un claro fuera de juego de Rafa Mir, después de unos primeros compases en los que el Valencia siguió igual de cómodo.
Sin embargo, del gol al golpe de mala suerte. Esta vez, en forma de lesión de Nianzou que tuvo que ser sustituido entre lágrimas por Kike Salas.
Al Sevilla le faltó puntería
Con una afición totalmente volcada con su equipo, el Sevilla vivió sus mejores minutos del partido y Erik Lamela pudo hacer el empate cuando lo tenía todo a favor pero Gayá sacó el balón de manera milagrosa cuando ya se colaba a gol.
Con otra sensación respecto al primer tiempo, los de Nervión comenzaron a dominar pero les faltaba la puntería. A la salida de un córner, Gudelj estrelló el balón al travesaño, y en la siguiente jugada, Papu Gómez dejó a todo el Pizjuán cantando gol por un tiro que salió rozando la red.
Los últimos 25 minutos de partido iban a ser todo un suplicio para un Valencia al que le iba tocar resistir los envites de un Sevilla volcado. Y así fue como después de tanto llamar a la puerta el gol terminó llegando.
Lamela y Bono salvaron al Sevilla de la derrota
El gol iba a ser obra de Erik Lamela (85') a falta de cinco minutos para el final. A la salida de un córner botado por Óliver Torres y peinado por Kike Salas, el argentino iba a convertir en una caldera a un Pizjuán que creía en la remontada.
La tuvo Rafa Mir, cuyo tiro se fue marchando el poste izquierdo de Mamardashvili. También Rakitic, pero su disparo se marchó a las nubes. Nervión era una bombonera en los últimos minutos y todo podía pasar en los 7 minutos de descuento.
Sin embargo, cuando más volcado estaba el Sevilla y parecía que terminaría llegando el tanto de la remontada, un clamoroso error de Navas dejó a Lino solo ante Bono y Papu Gómez actúo de la única manera posible para salvar el gol: entró por detrás al delantero y fue expulsado.
Pero el final del partido iba a tener un giro de guión de lo más inesperado. En la misma jugada, la sala VOR llamó al colegiado para que expulsase a Kike Salas en lugar de al Papu Gómez y pitar penalti en lugar de falta.
Bono le terminó ganando la partida a Gayá y atajó el penalti para delirio en Nervión. El guardameta marroquí se convirtió en el héroe inesperado de la noche en un final de partido no digno para cardíacos y que deja al Sevilla con un agridulce empate, pues merecieron mucho más pese a la parada final, y que le deja todavía sin conocer la victoria como local en el Pizjuán.
