¿Cómo es posible? A contraposición de la gestión de Pedro Sánchez que sube continuamente impuestos a toda la población española, con mayor incidencia a empresas y el tejido laboral, la Junta de Andalucía de Juanma Moreno ha buscado reactivar la economía reduciendo los gastos de empresas y de las propias familias. De este modo, Andalucía ha incrementado su recaudación media anual en más de 1.944 millones de euros con respecto al cuatrienio anterior, pese a haber bajado los impuestos.
En los últimos cuatro años, la Agencia Tributaria de Andalucía ha logrado un aumento significativo en su recaudación tributaria, gracias a la política fiscal llevada a cabo por el Gobierno andaluz. Entre 2019 y 2022, la recaudación tributaria homogénea en la región alcanzó los 68.769 millones de euros, comparado con los 60.992,1 millones recaudados entre 2015 y 2018, lo que significa un aumento del 12,75%. Este incremento se traduce en una recaudación media anual adicional de 1.944,22 millones de euros.
El 57,46% del aumento total de la recaudación se debe al comportamiento del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en el que la Junta de Andalucía ha ejercido sus competencias normativas al reducir la tarifa autonómica. La recaudación del IRPF creció en 4.468,4 millones de euros entre 2019 y 2022, comparado con los cuatro años anteriores, lo que representa un aumento del 25,03%.
Además, la recaudación de la modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas y la de Actos Jurídicos Documentados también han experimentado un aumento significativo, gracias a la política fiscal llevada a cabo por la Junta de Andalucía. La recaudación de la modalidad de Transmisiones Patrimoniales Onerosas aumentó en 765,90 millones de euros en el período 2019-2022, comparado con 2015-2018, lo que representa un aumento de la recaudación homogénea del 18,73%. Por otro lado, la recaudación de la modalidad de Actos Jurídicos Documentados también aumentó en 211,74 millones de euros en el último cuatrienio, comparado con el anterior, lo que supone un aumento de la recaudación homogénea del 13,92%.
Política de éxito: Bajar los impuestos
La política de bajadas de impuestos llevada a cabo en Andalucía tiene como objetivo principal frenar la migración de contribuyentes a otros territorios y mejorar la eficacia de la recaudación. De esta forma, se persigue dinamizar la economía, atraer nuevos contribuyentes, incrementar la actividad económica y el consumo, generar riqueza y crear empleo. Además, estas medidas han permitido hacer aflorar la economía sumergida, que antes no tributaba.
Desde 2019, el Gobierno andaluz ha bajado todos los impuestos sobre los que tiene alguna capacidad normativa, como el IRPF, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el de Patrimonio. Además, se han aumentado las deducciones y se han deflactado los primeros tramos de tributación y los mínimos exentos en el IRPF.
Por cada euro que Andalucía ha dejado de ingresar por Sucesiones y Donaciones, se han ingresado 10 por el aumento de la recaudación en el IRPF, debido al aumento del número de contribuyentes. El Gobierno andaluz es consciente de que el IRPF es un impuesto progresivo y es el instrumento de política tributaria con mayor capacidad redistributiva real.
Además, los ingresos por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP-AJD) también han experimentado un aumento significativo, alcanzando en 2022 la cifra más alta desde 2007. Esto se corresponde con un mayor dinamismo en el mercado inmobiliario de Andalucía en comparación con la media de España, favorecido por la política fiscal desarrollada en la región.
En resumen, las bajadas de impuestos en Andalucía han sido un éxito en términos de recaudación tributaria, dinamización de la economía y atracción de nuevos contribuyentes. La política fiscal llevada a cabo por el Gobierno andaluz ha demostrado ser una herramienta efectiva para generar riqueza y crear empleo en la región.
