Tan solo quedan dos días para que la tradición más importante de Navidad se cumpla como se debe en todos los pisos y casas, de Jerez de la Frontera y de toda España. A veces las prisas y dejar las compras para última hora, pueden jugar una mala pasada, y que nos quedemos sin la fruta que no puede faltar un 31 de diciembre: las uvas.
Pero gracias a los supermercados Alcampo no hay de qué preocuparse, ya que no solo no le faltan uvas, sino que nos harán la vida mucho más fácil esta Nochevieja.
Comerse 12 uvas cuando comienza el año nuevo, es una tradición que lleva dándose desde muchos atrás en España, y que cada año se cumple a rajatabla.
Las uvas sin pepitas que arrasan en Alcampo
Sin embargo, los momentos previos a las campanadas pueden volverse una auténtica locura: una cena que se ha alargado más de la cuenta, preparar nuestras 12 uvas, pelarlas y quitarle la pepita para no atragantarte...
Algo, que puede provocar que un año no nos dé tiempo a comernos todas las uvas tal y como se debe hacer. Pero Alcampo, una vez más, trae la solución para aquellas personas que aún no hayan comprado las uvas para Nochevieja.
El supermercado español ha puesto a la venta para el 31 de diciembre unas uvas blancas sin pepitas, que nos ahorrarán el tiempo de quitárselas nosotros mismos y evitarán que nos podamos atragantar cuando comiencen a sonar las campanadas.
No es de extrañar que estas uvas sin pepita estén siendo todo un éxito en la frutería de Alcampo, donde las podemos encontrar la caja de 500 gramos por tan solo 2,79 euros. Por lo que si queremos comprar un kilo de uvas, estas nos saldrán 5,58 euros.
¿Cuándo comenzó la tradición de las 12 uvas en Nochevieja?
Como hemos dicho antes, la tradición de comernos 12 uvas en Nochevieja lleva durante años dándose en España, ¿pero a qué se debe esto? Lo cierto es que las primeras referencias que se tienen de esta tradición en España se remontan a 1880 en Madrid.
Los burgueses de aquella época tenían la costumbre de finalizar el año brindando con champagne o cava acompañado por uvas, imitando las lujosas fiestas que los franceses celebraban en Navidad.
Aunque las clases más pudientes podían disfrutar de estas celebraciones, el Ayuntamiento prohibió las celebraciones populares en las calles el 31 de diciembre, debido a que la Iglesia Católica consideraba las fiestas populares "irrelevantes y grotescas".
Para protestar contra la prohibición impuesta por el Ayuntamiento, la clase trabajadora madrileña se presentó en la Puerta del Sol para escuchar las campanas de Nochevieja. Como burla a las costumbres burguesas y protesta contra sus restricciones, empezaron a comerse sus uvas en plena Puerta del Sol mientras escuchaban las campanadas.
A partir de este momento, se estableció la tradición de las Doce Uvas de la Suerte, y durante los próximos diez años, la prensa era de lo único que hablaba el día de Nochevieja: la nueva y extraña tradición.
Pero terminaría de consolidarse esta tradición en España, cuando en 1909 se produjo un excedente de la cosecha de la uva en Alicante y los viticultores decidieron aprovechar este momento para hacer una campaña de Navidad que les cambiaría la vida para siempre.
Estos agricultores asociaron las uvas a la buena fortuna. De esta manera, popularizaron la tradición de comer uvas en la última noche del año y comenzaron a consumirlas ampliamente en todo el país, generando así el impulso decisivo para finalmente consolidar esta costumbre.
¿Por qué eligieron las uvas?
Aunque el exceso de uvas de 1909 puede explicar un poco por qué se decidieron por las uvas y no por otra fruta. Lo cierto es que los franceses fueron los primeros en consumir esta fruta durante Nochevieja, ¿pero por qué eligieron esta fruta?
Desde la antigüedad, la uva ha sido una fruta asociada a la riqueza, la generosidad, la longevidad y la prosperidad. Por ello, optaron por esta fruta y decidieron comerse una por cada mes del año nuevo.
En este sentido, según la tradición cada uva consumida después de la campana correspondiente significa buena suerte en el mes correspondiente, para dar la bienvenida al nuevo año lleno de buenos deseos.
