Un interno en aislamiento del centro penitenciario de Albolote, en el área metropolitana de Granada, tuvo que ser trasladado el pasado sábado en la tarde al hospital tras perder la consciencia después de meter fuego al colchón ignífugo de su celda, lo que conllevó la rápida actuación de los funcionarios de prisiones equipados con equipos de respiración autónoma y extintores.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias consultadas por ELMIRA.es han detallado que los hechos tuvieron lugar sobre las 15,30 horas en el módulo de aislamiento, donde se produjo una gran humareda. El interno estaba cubierto con mantas y toallas mojadas cuando pudo ser rescatado, mientras que el resto de presos del departamento fueron sacados al patio.
El suceso ha sido denunciado por la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), que ha explicado que el interno estaba clasificado en primer grado por su peligrosidad, y que puso "en peligro su vida e integridad física así como al resto de internos que descansaban en la galería", todos "clasificados de extrema peligrosidad". El sindicato además ha señalado que el preso fue dado de alta de madrugada.
Carencia de medios necesarios
Desde la APFP, han criticado que estos funcionarios trabajan "careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos".
Han pedido al Ministerio del Interior que atienda sus reivindicaciones incidiendo en que en Albolote "existen 90 vacantes que desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no se ofertan" y que en las prisiones de Cataluña sus trabajadores ganan de media "más de 500 euros" respecto a un funcionario del penal granadino, que "realiza las mismas funciones pero con internos de mayor peligrosidad al tener internos de bandas armadas o yihadistas".
